Negocios del tradicional barrio de Copacabana, zona sur de Rio de Janeiro, cerraron ayer por la tarde sus puertas "por orden" de los narcotraficantes, asediados por operativos policiales en la zona.
Comerciantes de la Rua Sá Ferreira, una de las más transitadas del barrio y acceso a la favela (barriada pobrísima) de Pavao-Pavaozinho, cerraron sus negocios luego de que, relataron, hombres pasaron en motocicletas avisando que los narcos de la región habían ordenado el cierre.
La orden los narcos partió en el primer día de ocupación de
dos favelas ubicadas en los barrios de Ipanema y Copacabana, con
el objetivo de instalar una red de seguridad que expulse a los
narcotraficantes que controlan esas comunidades.
El gobernador de Rio de Janeiro, Sergio Cabral, afirmó hoy
que las favelas Pavao-Pavaozinho y Cantagalo colocarán en jaque
a los narcotraficantes dado que esos lugares son rentables
puntos de venta de drogas.
"Sabíamos que enfrentaríamos problemas porque la región es muy rentable para el narcotráfico, se dice que ganan entre 100 mil y 200 mil dólares por semana" con la venta de drogas en la favela, dijo Cabral a la radio CBN.
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