Las autoridades sanitarias de la Argentina se proponen avanzar en políticas "integradoras y más allá de los programas específicos" para enfrentar la epidemia de SIDA que en el país tiene unos 120 mil infectados, de los que unos 56 mil reciben tratamiento, mientras que cerca del 50 por ciento desconoce su situación.
Hoy se hacen análisis gratuitos en las facultades de Bioquimica, Medicina, Odontología y en el Colegio de Bioquímicos.
En la presentación de un informe, que incluyó la perspectiva de organismos como el Unicef, la UNFPA, ONUSIDA y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en la cartera de Salud, el secretario de Promoción y Programas, Máximo Diosque, dijo que frente al SIDA "el área de salud por sí sola no llega", aunque se cuadruplicó el presupuesto para esa área entre 2002 y 2009.
"Trabajamos en la idea de políticas integradoras, más allá de los programas específicos. Todas las áreas deben ocuparse del tema. Todos pueden aportar mucho al tema que es una sexualidad protegida", aseguró el funcionario al dejar abierta la serie de balances que presentaron los expertos.
El director del Programa de SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual, Claudio Bloch, remarcó que el presupuesto para el área en 2002 era de 60 millones de pesos, mientras que en 2009 esa cifra trepó a los 250 millones, al detallar políticas que se aplican desde el ministerio de Salud.
Por otra parte, en la Argentina, el indicador relacionado con la tasa de mortalidad por sida "tiene una evolución descendente" ubicada en 36 por millón de habitantes en 2007, que permite estimar que en el país desde el inicio de la epidemia murieron unas 25 mil personas.
Todos los expositores brindaron cifras, detalles del comportamiento de los índices en los últimos años en la región, estrategias para enfrentar la epidemia y grupos de riesgo.
En el caso de la Argentina, los estudios indican que los travestis/transexuales son el grupo de mayor impacto de la enfermedad porque un 34% de ellos contraen el virus, homosexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres, el 12%; usuarios de drogas, 5% y trabajadores sexuales.
En este sentido, Bloch, aseguró que la mayoría de los travestis "no llega a los 40 años" por la situación de marginalidad y falta de acceso a los servicios de salud que este colectivo presenta.
Por eso remarcó el desafío que implica el aumento de acceso a los testeos, el aumento de acceso a los preservativos -se habla de garantizar la distribución de unos dos millones por mes- y, por otra parte, la llamada valija preventiva.
Esta última es una herramienta de trabajo que los equipos sanitarios utilizan en la promoción y prevención durante las charlas con la población en general: contiene desde folletería, guías, dispenser de preservativos, cds, dvds orientados a todos los públicos.
Bloch también habló de la población mayor a los 50 años, que antes no figuraba en las estadísticas, pero en la que ahora el contagio del virus "creció", según afirmó.
También se dijo que está en marcha una investigación en conjunto con programas jurisdiccionales, ONGs y estudioso locales de 14 ciudades la situación de varones homosexuales, trans y bisexuales por la cifra de prevalencia que refleja la vulnerabilidad frente al vih con la idea de conocer su relación y acceso a los servicios de salud.
Al mencionar las políticas que se desarrollan en el país contra el Sida, Diosque enfatizó que el ministerio "debe asegurar el acceso a la información y a los preservativos. También al testeo, al diagnóstico, seguimiento y tratamiento" de los afectados.
También mencionó que en la Argentina, los medicamentos para el tratamiento del sida "son gratuitos" por lo que insistió en la necesidad de articular la lucha contra el sida y lograr una sexualidad protegida. (Télam).-
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