Los cinco partidos políticos inscriptos se aprestan a participar el domingo próximo de las elecciones presidenciales, pese a la advertencia de gran parte de la comunidad internacional de que no reconocerá el resultado si antes no es repuesto el gobierno constitucional derrocado el 28 de junio pasado.
"Durante las últimas horas hemos estado señalando que el proceso electoral que se celebrará el 29 de noviembre es ilegítimo e ilegal", declaró el presidente constitucional depuesto, Manuel Zelaya, en un comunicado citado por la agencia noticiosa ANSA.
"Por tanto, lo desconocemos e impugnaremos, señalando que frente a esta
imposición y fraude electoral será necesario repetir o reprogramar las
elecciones", añadió en la nota, emitida en la sede de la embajada de
Brasil en Tegucigalpa, donde Zelaya está refugiado desde el 21 de
septiembre.
En cambio, el gobierno de facto encabezado por
Roberto Micheletti insiste en considerar que los comicios son la única
salida a la crisis política generada por el golpe de estado.
Mientras
tanto, el Partido Liberal, el Partido Nacional, el Partido Innovación y
Unidad (Pinu), el Partido Democracia Cristiana y el Partido Unificación
Democrática (UD) mantienen su intención de competir para elegir al
nuevo presidente, así como a 128 diputados al Congreso Nacional y a los
alcaldes municipales.
Las encuestas favorecen a los partidos
Liberal -al que pertenecen tanto Zelaya como Micheletti- y Nacional,
ambos de derecha y que históricamente han gobernado Honduras, con la
excepción de los períodos de dictaduras militares.
El candidato
del Partido Liberal es Elvin Santos, un ingeniero civil de 46 años que
es uno de los principales opositores a la restitución de Zelaya, pese a
haber sido su vicepresidente, cargo al que renunció poco antes del
golpe de estado para dedicarse a su campaña proselitista.
El
Partido Nacional lleva por segunda vez como candidato a Porfirio Lobo,
empresario agrícola y ex presidente del Congreso Nacional, de 62 años.
Los
otros candidatos son Felicito Avila, ex dirigente obrero, por el
Partido Democracia Cristiana; Bernard Martínez, ex dirigente sindical,
por el Pinu, y César Ham, seguidor de Zelaya, por UD.
En estas
elecciones, por primera vez en la historia de Honduras, iba a
participar un candidato independiente, Carlos Reyes, dirigente obrero y
miembro del Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado,
pero desistió porque consideró que el proceso será un fraude bajo el
régimen de facto.
Todos los candidatos, excepto Ham, apoyaron el
golpe de Estado, se oponen al retorno de Zelaya al poder y la
publicidad de sus campañas está basada en ofrecer a los hondureños
empleo, seguridad, educación y salud.
Varios candidatos a
diputados y alcaldes, y una candidata a designada presidencial
(vicepresidenta) del Partido Liberal renunciaron a participar en las
elecciones, en solidaridad con Zelaya.
El Frente Nacional de
Resistencia Contra el Golpe de Estado expresó ayer sábado su
preocupación por la "creciente represión y persecución" desatada por el
régimen de facto contra el "pueblo organizado" que se opone al proceso
electoral.
"Denunciamos la movilización de fuerzas militares en
todo el territorio nacional, con armamento y equipo de campaña, que
sobrepasa cualquier preparativo anterior que se haya hecho para un
proceso electoral", indicó un comunicado del Frente.
Señaló que
los preparativos de las fuerzas armadas "incluyen la contratación de
mercenarios, dentro de los que se encuentra un fuerte contingente de
reservistas y la adecuación de hospitales y clínicas para la atención
médica de los militares y policías involucrados en los actos de
violencia contra la población".
En ese sentido, el Comité para
la Defensa de los Derechos Humanos de Honduras (CODEH) emitió un
informe en el que advierte de los "preparativos por parte de las
fuerzas represivas del Estado para ejecutar acciones de terror,
haciéndose pasar por militantes de la Resistencia, y justificar de esta
manera el asesinato masivo de personas vinculadas al Frente Nacional de
Resistencia contra el Golpe de Estado".
El Frente de Resistencia
sostuvo que el retiro temporal de Micheletti de la presidencia, del 25
de noviembre y 2 de diciembre, "es solamente una maniobra para ocultar
el papel totalitario del régimen de facto y las Fuerzas Armadas que han
montado un proceso electoral ilegítimo, ilegal y fraudulento".
"Reiteramos que bajo este régimen golpista de represión y antidemocracia es imposible realizar elecciones libres", apuntó.
Las
organizaciones defensoras de derechos humanos condenaron también las
amenazas y hostigamientos del régimen de facto a medios de comunicación
que informan sobre la situación del país.
En ese sentido, el
régimen ordenó el jueves sacar del aire la señal del canal 36 de
televisión, uno de los medios que apoya a Zelaya.
El tribunal
Supremo Electoral anunció que, con una población de 7,7 millones de
habitantes, Honduras tiene habilitados para los comicios a 4,7 millones
de ciudadanos.
El gobernante electo asumirá el 27 de enero de 2010 para un período de cuatro años.
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