Por este motivo, los Cañeros Unidos del Este se manifestaron el viernes en Plaza Independencia. “Los ingenios nos dejan afuera del negocio del biocombustibles siendo que somos los verdaderos dueños del azúcar que se muele en Tucumán”, dijo el presidente de Cañeros Unidos, Mario Oscar Tizeira.
“Los ingenios no cumplen los convenios y hacen que vendamos a malos precios los azúcares blancos”, mencionó.
Durante la mañana del viernes, cañeros del este de la provincia se manifestaron en Plaza Independencia. La idea era entrevistarse con el gobernador ya que pretenden participar en las decisiones que toma el Centro Azucarero Regional, entidad formada exclusivamente por industriales.
“Durante estos cinco años exportamos a pérdida a un 25%, poniéndole azúcar al modelo, colaborando con la Nación para que surjan mejores situaciones económicas y ahora los ingenios nos dejan afuera del negocio del biocombustibles siendo que somos los verdaderos dueños del azúcar que se muele en Tucumán”, explicó el presidente de Cañeros Unidos del Este, Mario Oscar Tizeira.
“Cada cañero tiene entre 4 y 5 obreros permanente todo el año. Por lo tanto si un productor se funde muchos obreros pierden su empleo”, mencionó. Por eso “queremos que desde el ministerio de la Producción armemos un verdadero Centro Azucarero en Tucumán para que la plata por azúcar vendida llegue al pequeño productor”, expresó. Y añadió: “nos quieren hacer firmar un contrato donde nuevamente los industriales se apoderan del mandato total”.
En este sentido aseguró, en nombre de sus compañeros que eran alrededor de 100 personas, que “los industriales deben respetar los convenios que se hacen al inicio de cada zafra. Este año se comprometieron a pagar los días 5 y 20 de cada mes un anticipo para que con ese dinero de exportación se vayan pagando los trabajos durante la zafra, pero no cumplen y hace que vendamos a malos precios los azúcares blancos”.
En un folleto que repartían dirigido al gobernador se lee. “Los medianos y pequeños cañeros no tenemos nada que festejar, hoy no tenemos azúcar en mano, ni podemos por medios propios abonar y hacer cultivos, comprar gas oil, lubricantes, renovar los cañaverales, pagar los impuestos, dar mejor calidad de vida a nuestros obreros y a nuestras familias. Por lo tanto el festejo no es nuestro sino de los que tienen los galpones llenos de bolsas de azúcar”.
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