19/11/2009 - Recitales

Tango, Milonga y Candombe en el Virla

Rodrigo de la Serna, Juan Díaz Hermelo y Blas Alberti se presentan esta noche a las 22 en el Virla con “El Yotivenco”. Termino que hace referencia a esa colorida mezcla que existía dentro de los conventillos de principios de siglo en nuestras ciudades, donde convivían la oscura densidad, la picaresca y el baile.

Interesante espectáculo

El grupo está integrado por Rodrigo de la Serna en voz y guitarra; Blas Alberti y Juan Pablo Díaz Hermelo en guitarras; Roberto Seitz en contrabajo, guitarrón y charango, Pedro Kiszkurno bandoneón, Leonardo Gianibelli percusión y Heber Piriz: voz candombera.

El Yotivenco describe esa colorida mezcla que existía dentro de los conventillos de principios de siglo en nuestras ciudades, donde convivían la oscura densidad, la picaresca y el baile. El Yotivenco rescata la heterogeneidad que ha sido constitutiva de nuestra identidad y que ahora se presenta, recreada, en este espectáculo. Así como la historia de nuestra música refleja los flujos migratorios, tanto los provenientes de Europa como los del campo a la ciudad, el repertorio de El Yotivenco parte de una sonoridad inspirada en Roberto Grela, a la que se permiten sumarle la base rítmica de la percusión.                          .

Rodrigo de la Serna, La historia de los actores que cantan tangos (o viceversa), es casi tan vieja como la del propio desarrollo del tango. Los sainetes de principios del siglo XX desandaron un camino que tiene picos en voces luminosas como las de Azucena Maizani, Mercedes Simone, Ignacio Corsini y la del mismo Carlos Gardel. Rodrigo de la Serna se inscribe en esta centenaria tradición desde un lugar bien definido: es un actor de fuste que se prueba como cantante de tango. El formato que elige Rodrigo de la Serna es básicamente el de guitarras y él puntea una de las tres violas. El repertorio no se detiene en un momento en especial: hay tangos de todas las épocas, algunos muy caracterizados en la etapa lunfa de Edmundo Rivero (Milonga del consorcio) o por Carlos Gardel (Aquel tapado de armiño)                                 .

Con un sonido propio de su personalidad, su voz carrasposa rayana un estilo reo, como si cantara de costado y apoyado en un farolito.