La Presidenta afirmó que en cambio se trata de “volver a soñar con los proyectos colectivos”. En ese sentido, expresó que "todos nos reconocemos en lograr que el barrio y el vecino progrese y mejore. Ese es el objetivo de la política en la que tenemos que volver a reorganizarnos”.
Para Cristina "hay que llegar a esa sociedad en la que cada argentino no dependa de nadie para poder vivir con dignidad, con trabajo, seguridad, salud y educación” y ejemplificó que "será porque viniendo de un hogar, primero humilde que progresó y se convirtió en clase media, tuve la experiencia de movilidad social y el ascenso a través del estudio”.
Al encabezar en la localidad bonaerense de Moreno el acto de
lanzamiento de la tercera etapa del Programa Ingreso Social con
Trabajo, que permitirá la creación de 10.000 puestos de trabajo y con
lo cual se elevará a 40.000 los nuevos empleos generados por el plan,
Cristina dijo que "vamos a seguir trabajando muy fuerte en este
proyecto, convencida de que no es el proyecto de un sector político o
gobierno sino que es el proyecto de millones argentinos que nos
convencimos que podíamos tener un modelo diferente de producción”.
Cristina
apuntó que ese modelo "es el trabajo con un mercado interno fuerte y
gente con capacidad de consumo y poder adquisitivo, para volver a la
Argentina que fue durante los años `50”.
No obstante admitió
que "hoy los desafíos son otros, las obligaciones otras, porque el
mundo cambió y todos hemos cambiado”, aunque aclaró que "lo que nunca
cambia son los objetivos de seguir logrando lo que siempre nos
caracterizó, la idea del progreso, para construir una sociedad
igualitaria como la que queremos hacer”.
Acompañada de los
ministros de Desarrollo Social, Alicia Kirchner; de Salud, Juan Manzur;
y de Economía, Amado Boudou, el gobernador bonaerense Daniel Scioli; el
diputado nacional Mariano West y el intendente de Moreno, Andrés
Arregui; Cristina señaló que "todos tenemos derecho a tener igualdad de
oportunidades, para que todos puedan elegir la vida que van a tener y
no que se la elija el destino porque nacieron en una casa pobre y no
van a poder salir nunca de ella”.
Por otra parte la mandataria
expresó que "me gustaría ser recordada como la Presidenta que luchó por
la igualdad de oportunidades, a través de acciones concretas y
puntuales” e indicó que "muchas veces se critica porque cuando uno toca
intereses es atacado, pero ese es el precio de no pactar y estoy
dispuesta a pagar ese precio por lograr esa Argentina más justa, más
equitativa, con mejor distribución del ingreso”.
Recordó que
desde 2003 "dos millones de jubilados fueron sumados al plan de
inclusión social, dimos más de 15 aumentos, entregamos más de 350.000
soluciones habitacionales y creamos cinco millones de puestos de
trabajo, además de la infraestructura y caminos realizados”.
En
ese sentido se preguntó "cuantos dirigentes políticos de la Argentina
podrán pararse frente aun micrófono y contar que han hecho estas cosas”
y sostuvo que "no creo que sean demasiados”.
"Si hubieran sido
muchos hoy tendríamos el país que queremos lograr y que vamos a seguir
trabajando para llegar”, fundamentó la mandataria, y agregó que "al
contrario, es como si hubiera una suerte de competencia o certamen de
descalificación y desaliento generalizado” desde esos sectores.
Según
Cristina "algunos piensan, cada vez menos afortunadamente, que teniendo
gente desocupada o con escasos recursos tenemos un mercado laboral más
flexible y con mayores rentabilidades”, pero advirtió que "siempre creí
que una sociedad y todos sus sectores, empresariales, comerciales,
sociales, progresan cuando hay armonía y equidad en la distribución de
ingreso".
"Y lo prueba la historia -dijo-, porque en los
momentos de mayor equidad logramos que los trabajadores tuvieran una
participación del 50 por ciento del Producto bruto Interno”.
La
Presidenta hizo hincapié en que "necesitamos dinamizar la actividad
laborar y hacerlo en los sectores más vulnerables”, acotó que en esta
época de crisis internacional es necesario lanzar planes como el de
Argentina Trabaja, "con la capacitación de recursos y la mejora de la
infraestructura urbana”, y consideró que "esto no puede ser objeto de
disputa o de pelea”.
"Avergüenzan a veces escuchar como se
disputan un plan como si fueran solo números a los cuales
contabilizar”, completó la primera mandataria.
Para Cristina
"hay que llegar a esa sociedad en la que cada argentino no dependa de
nadie para poder vivir con dignidad, con trabajo, seguridad, salud y
educación” y ejemplificó que "será porque viniendo de un hogar, primero
humilde que progresó y se convirtió en clase media, tuve la experiencia
de movilidad social y el ascenso a través del estudio”.
"Hay
que instalar esa lógica en la Argentina”, insistió la Presidenta, y
añadió que política "no puede ser sólo una cuestión de disputas
locales, pequeñas, sino la de soñar con las utopías de los proyectos
colectivos”.
La mandataria admitió que "eso cuesta, porque son
décadas de mensajes de políticas y de acciones diferentes, cuando se
decía que el estado no existía y que pobres va a haber siempre, que
sólo se salven los que tienen capacidades y el resto no puede
salvarse”.
"Creo en un Estado presente que tuvimos desde
2003”, argumentó, y agregó que "podíamos haber hecho lo que hicieron
muchos”, es decir "llegar y echarle la culpa a los de atrás, pero nos
hicimos cargo y nos pudimos trabajar porque trabajar es la única forma
de superar el desastre, la desazón y la desesperanza”.
Cristina
contó que "aprendí desde muy joven que a la gente no le interesa las
explicaciones sino las soluciones y los resultados, porque nadie vive
de explicaciones y echándole culpa a los demás”.
"Ponemos
garra en un proyecto político que quiere volver a una Argentina que
alguna vez fue, con el primer PBI de Latinoamérica”, indicó Cristina, y
aseguró que "tenemos recursos humanos y naturales y capacidades para
hacerlo, y lo estamos haciendo”.
Pidió dejar las "imágenes que
quieren instalarnos” y remarcó que "esto es lo que tenemos que hacer,
este es el camino, la senda, y vamos por más, con convicción y
patriotismo y con la decisión irrevocable de llevar adelante nuestros
ideales por los que luchamos desde muy jóvenes”.
El programa,
anunciado por la Presidenta el 14 de agosto pasado, tiene una inversión
pública inicial de 1.500 millones de pesos y prevé la creación de
100.000 nuevos empleos a través de cooperativas sociales, que
realizarán obras de infraestructura básica, cuyos integrantes cobrarán
su sueldo a través de tarjetas bancarias personales.
En ese
marco, las cooperativas conformadas a lo largo de todo el país pondrán
en marcha obras de saneamiento, infraestructura urbana, mejoras de
espacios verdes, infraestructura comunitaria y viviendas, mejorando de
esta manera las condiciones de vida en cada barrio.
Cada
cooperativa, integrada por entre 50 y 70 miembros, deberá inscribirse
en un trámite totalmente gratuito, y sin intermediarios en el Instituto
Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) y podrán firmar
convenios con los entes ejecutores de las obras.
"Hoy sumamos
6.000 cooperativistas y ya llegamos a 36.000 hombres y mujeres que hace
unos pocos meses no tenían trabajo, y llegaremos próximamente a 52.000
en otros distritos”, apuntó Cristina, quien tras el acto firmó
autógrafos durante una hora desde el atril donde dio el discurso.
Un
porcentaje de las inscripciones están destinadas a los jóvenes de entre
18 y 30 años de edad, y en la actualidad el único requisito es no
poseer otro ingreso familiar. Los trabajadores serán inscriptos como
efectores sociales, por lo que tendrán acceso al Monotributo Social,
que les garantiza aportes jubilatorios y un adicional por hijo, y con
un pequeño aporte mensual tendrán derecho a los servicios de una obra
social.
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