Los controles continuarán tanto en capital como en el interior por parte de la Dirección de Bromatología de la Provincia. En San Miguel de Tucumán debieron cerrar sus puertas 70 locales del rubro por no cumplir con las normas de higiene básicas y no preservar la cadena de frío.
La intención de los controles es evitar la venta de carne en mal estado.
“En estas últimas dos semanas los inspectores de la Dipsa (Dirección de Producción y Saneamiento Ambiental) han salido a la calle. Lamentablemente nos encontramos con un número superior al que nos hubiésemos imaginado de carnicerías que no respetan las normas de higiene del lugar y de sus empleados así como la cadena de frío, esencial para este tipo de alimentos”, explicó el titular de la repartición, Carlos Gómez.
Hasta el viernes pasado, 70 locales que comercializan carne, fueron clausurados. Los propietarios ahora, deberán abonar una multa y reacondicionar los espacios para atender nuevamente. Mientras tanto, la dirección de Bromatología de la Provincia, explicó que las inspecciones se harán extensivas al interior tucumano.
“Vender carne no es vender fideos. Hay que mantener la cadena de frío, en todas las heladeras del lugar, sin excepción. Los cortes deben estar acondicionados y e lugares limpios, aseados correctamente. Sin olores, ni insectos cerca. La carne en mal estado puede provocar serios daños a la salud”, argumentó Nora Cristal, titular de Bromatología.
MCN
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