A las 12, el termómetro superaba los 32 grados y a las 15, alcanzaba su récord con 44º, convirtiendo este fin de semana en el más caliente del siglo, de acuerdo a los registros del mes de octubre – noviembre. Las calles, desoladas.
Las familias, en los ríos y diques.
El de ayer fue un domingo para el olvido. Pocos pudieron disfrutar del fin de semana largo (para muchos) por las elevadísimas temperaturas, que convirtieron al Jardín de la República en una caldera, antes de la llegada del verano. Según el Servicio Meteorológico Nacional, nuestra provincia seguirá azotada por esta ola de calor ya que, la masa de aire fresco, recién llegaría en algunos días.
En Plaza Independencia y el resto del microcentro, no hubo un solo osado que desafiara al calor. Calles, peatonales, galerías, absolutamente desiertas. Solo por la noche los bares convocaron, como cada fin de semana, a la masa de jóvenes que, ni el calor, logra detener. Según los especialistas, si nos remontamos a registros térmicos del mes de octubre, durante el último siglo, no se registraron tan altas temperaturas.
Los tucumanos solo esperan que las fuertes tormentas que se registraron en Buenos Aires y se prevén para otras provincias del centro, lleguen a estas latitudes para dar un respiro a los comprovincianos agobiados por tanto calor, tierra y humo.
El sábado, la elevada demanda de energía eléctrica, a causa de aires acondicionados y ventiladores, sumado a inconvenientes en el Sistema de Transporte del servicio, provocó un prolongado apagón en el centro y varios cortes de luz en la zona sur de la ciudad. Además, algunos barrios, sufrieron más que nunca la escasez de agua. Yerba Buena y Tafi Viejo, los casos emblemáticos.
MCN
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