Que perdió por un lapidario 4 a 0 frente a uno de los peores equipos del campeonato. Racing no tuvo piedad y se aprovechó de la pobreza futbolística y anímica de los tucumanos. Lo superó en todos lados cuantas veces se lo propuso. Lugüercio, Caballero, Lucero y Aveldaño los goles . Fue expulsado Desvaux en los decanos que al final del primer tiempo tenían seis amonestados.
El equipo de Rivoira fue un rival fácil para la gente de Barbas
No es difícil analizar porque Atlético Tucumán perdió anoche , en Avellaneda, con Racing. Es sencillo no jugó a nada y fue superado con mucha facilidad en todos los sectores de la cancha. Quizás los catorce hombres que vistieron la casaca decana , en la Noche de Brujas, se “disfrazaron” de jugadores de fútbol para cumplir con una de los partidos de la fecha doce del Apertura 2009. No se encuentra otra explicación. No se puede rescatar a ninguno . Todos fueron mucho menos que una sombra de los que la hinchada de 25 de Mayo y Chile conoce. La derrota no fue más abultada por la impericia y mediocridad futbolística de esos hombres que lucieron la camiseta de la Academia.
A los 5 minutos del primer tiempo de Pablo Lugüercio, a los 12 Pablo Caballero y a los 34 Adrián Lucero los goles de Racing, todos convertidos con la “complicidad” de algún jugador de Atlético. Uno de los peores primeros tiempos de la gente de Héctor Rivoira. Además terminó con seis jugadores amonestados. Una muestra clara de la impotencia.
El segundo período Bressán ingresó por Matías Escobar y Gigliotti en lugar de Raúl Saavedra. No pasó nada distinto ,todo siguió igual con Racing que para estas alturas del partido, regulaba aire y fuerzas y Atlético seguía perdido en la inmensidad de su ineficacia anímica, futbolística y física. Sobre los 25 Pablo Lugüercio hi´zo una de lujo -con estos decanos se podía de todo- y entregó al medio para que Lucas Aveldaño convirtiera el cuarto gol de los locales. A los 40 minutos fue expulsado Héctor Desvaux, en el equipo dwl Chulo .
Atlético Tucumán fue derrotado por Racing Club, por un lapidario 4 a 0. No fueron más debido a la impericia de los jugadores racinguistas que dentro de la mediocridad con que se mueven, solo pudieron hacer nada más que 4 y eso fue un premio para la forma que jugó Atlético Tucumán.
Daniel A. Villalba
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