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AMPLIARDicola y Ramacciotti salen del Inadi

Autoconvocados denunciaron a Rojkés, tomaron el Avellaneda y hoy se reúnen con el PE

La toma pacífica del Hospital Avellaneda se debe a los descuentos que recibieron por parte del gobierno que en algunos casos superan los $1000 por eso solicitan la renuncia de su director. Otra delegación denunció a Rojkés ante el Inadi por discriminación. Con este panorama se reúnen hoy con el PE con el objetivo de destrabar el conflicto.

Pocas expectativas en ambas partes.

Algunos tenían la leve esperanza que el conflicto podía solucionarse hoy cuando, en el arzobispado, se reúna el PE y los autoconvocados, con la intermediación de monseñor Villalba. Sin embargo ayer se produjeron acontecimientos importantes que hacen pensar que el conflicto seguirá vigente.

Por un lado los trabajadores del Hospital Avellaneda se indignaron al ver que les descontaron nuevamente, como el mes pasado, alrededor de $1000 del sueldo. De esta manera, cerca de las 8.30 fueron a pedirle explicaciones al director del Hospital, Jorge Rogero, ya que en muchos casos no ameritaba tal quita porque no faltaron a sus puestos, pero éste se negó a atenderlos. Entonces decidieron tomar el Hospital en forma pacífica, aunque las guardias seguían funcionando.

“Siempre antes de una negociación el gobierno tomó decisiones de este tipo, como sacarle la plata a los trabajadores”, comentó el delegado del Padilla, Jorge Ramacciotti.

Precisamente este médico junto con la delegada del Hospital de Niños, Estela Dicola, denunciaron a la diputada nacional Beatriz Rojkés ante el Inadi por discriminación.

“Por mandato de la asamblea venimos a denunciar a la diputada Rojkés de Alperovich por lo que dijo en el Día de la Lealtad, cuando afirmó que el conflicto se hubiera solucionado si nosotros pertenecíamos al mismo partido. Creemos que no se trata de pertenecer a tal o cual partido para solucionar un problema, sino de idoneidad, como marca la constitución”, indicó Ramacciotti.

Por su parte Dicola afirmó que “constantemente recibimos agresiones de todo tipo, económicas, políticas, ideológicas siendo que solo somos ciudadanos que luchamos por nuestros intereses y derechos”.

Para colmo el gobernador en su típico diálogo con los periodistas se preguntó ayer “¿por qué se enojan? Si el que no trabaja no cobra”.

Con este panorama se verán, hoy, las caras ambas partes. El diálogo lejos estará de ser ameno, relajado o cordial. Aunque ninguno lo diga, es poco probable que el conflicto se solucione.

Sebastián Ganzburg