22/10/2009 - CGT

Adiunt asegura que no habrá aumento presupuestario en las universidades

La Cámara de Diputados aprobó el 14 de octubre a la madrugada, por 136 votos a favor y 88 en contra, el Presupuesto Nacional para el año 2010. El proyecto de Presupuesto Nacional, remitido por el Ejecutivo, prevé un crecimiento del PBI del 2,5 por ciento, una inflación del 6,1 por ciento y un dólar promedio a 3,95 pesos.

Este  proyecto destina en 2010, 10.666,9 millones de pesos para las universidades nacionales.

Esto implica un aumento del 15.5% respecto al monto originalmente pautado en Presupuesto Nacional del 2009.

Pero si se compara con el monto efectivamente devengado durante el año 2009, que incluye los aumentos salariales conseguidos por nuestras medidas de fuerza del primer semestre, no hay aumentos efectivos.

Lo que quiere decir que se trata de un congelamiento presupuestario y salarial, y si se tiene en cuenta la inflación real, se trata de una reducción presupuestaria. El proyecto incluye además una baja en el piso de las rentas gravadas por el impuesto a las ganancias, baja que afecta a los salarios de los docentes full-time lo que implica lisa y llanamente de una nueva quita salarial  

Por otro lado el proyecto no contempla, como desde hace varios años ya, ni siquiera el crecimiento vegetativo por antigüedad de la planta docente y no-docente, ni que hablar de los ascensos naturales que tendrían que producirse debido al progreso de las carreras de docentes e investigadores.

Tampoco contempla los aumentos en los gastos de funcionamiento de las facultades, teniendo en cuenta los ajustes al alza de las tarifas del gas, la luz y todos los servicios públicos.

Tampoco incluye los presupuestos que demandarán la creación de tres universidades nuevas.

Esta reducción en términos reales de los recursos con los que el Estado Nacional sostiene a las Universidades Públicas, genera políticas de ajuste que necesariamente afectan a toda la Comunidad Universitaria y que van en desmedro de la excelencia académica, de la calidad y de las condiciones de trabajo.

Hay que recordar además, que es en este marco de ahogo presupuestario, que impide el normal desarrollo del quehacer universitario, en el se imponen los planes de evaluación y acreditación de la CONEAU. Es obvio que la CONEAU evalúa es el grado de adaptación y avenencia de las unidades académicas a esta política. Además la CONEAU monitorea el envío de partidas extrapresupuestarias dirigidas a las facultades y carreras acreditadas, estas partidas conforman los "planes de mejora" como el PROMEI (Programa de Mejoras de la Educación en las Ingenierías), PROMFIB (para el caso de Bioquímica) o como las tutorías, tienen fines específicos y son condicionales, es decir están sujetas a los resultados de las evaluaciones y a la recaudación fiscal, es decir a la disponibilidad de fondos. Con estos fondos se crean cargos docentes o se hacen extensiones de dedicaciones, pero se trata de cargos precarios. Hay que sumar el agravante de que estas partidas son decididas discrecionalmente por el Jefe de Gabinete gracias a la Ley de Superpoderes y configuran un chantaje que vulnera la autonomía universitaria.

Por lo que denunciamos que es falsa la propaganda oficial en relación a la supuesta revalorización de la Educación Pública por parte del Gobierno Nacional y decimos que sus anuncios están muy lejos de los hechos.

Por nuestro lado, remarcamos el reclamo de toda la Comunidad Universitaria argentina, el de un genuino aumento presupuestario para todas las universidades públicas, establecido por Ley del Congreso Nacional, que garantice su autonomía y el desarrollo pleno de su potencial científico y académico con condiciones dignas de trabajo y estudio.