El presidente paraguayo, Fernando Lugo, rechazó ayer una supuesta protección a integrantes del denominado Ejército Revolucionario del Pueblo (EPP), que últimamente se atribuyó secuestros y quema de locales de fuerzas de seguridad.
El secuestro la semana pasada de un ganadero reavivó las críticas al presidente paraguayo, a quien que se atribuyó una falta de condena enérgica del hecho, así como por su negativa de enviar a militares a dos departamentos del norte, donde la violencia sobrepasa la acción policial.
Precisamente, en los departamentos de Concepción y San Pedro
se han producido dos secuestros de conocidos ganaderos y fueron
quemados un local policial y otro militar, de donde los
asaltantes se llevaron armas de fuego.
"El EPP no nace con Fernando Lugo", expresó ayer el
presidente, recordando que el anterior secuestro se produjo poco
antes de que él asumiera el poder.
Lugo aclaró que si el EPP fuera una organización cercana a su
gobierno, le hubiera dejado trabajar con tranquilidad y no
estaría realizando acciones como ahora.
Las insinuaciones contra Lugo vinieron inclusive de un
obispo, monseñor Zacarías Ortiz, quien afirmó el lunes que si
el mandatario no combate con firmeza al EPP, es porque no le
interesa hacerlo "o porque también está adentro".
"No es bueno aprovechar la desgracia de una familia paraguaya para hacer declaraciones rimbombantes", expresó el presidente en respuesta a las críticas.
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