A casi ocho meses del silbato inicial del Mundial de Sudáfrica 2010 y tras una serie de resultados humillantes, los dirigentes de la federación local decidieron pegar un golpe brusco de timón y despidieron al seleccionador Joel Santana.
El brasileño de 60 años afirmó hace unos días en su regreso a Johannesburgo que lo habían contratado para preparar a la selección hacia el Mundial, "no para ganar partidos amistosos".
Esa frase, pronunciada luego de las derrotas ante equipos de tercer orden como Islandia y Malawi, parece haberle quitado a Santana el último apoyo del que gozaba dentro de la Federación de Fútbol de Sudáfrica (SAFA).
Santana tomó el cargo hace 15 meses en sustitución de su compatriota Carlos Parreira, que dejó el puesto por motivos personales.
A esta altura, muchos se preguntan en Sudáfrica cómo se las ingenió el conjunto anfitrión para terminar en el cuarto puesto de la Copa Confederaciones de junio pasado. Incluso, radioyentes planteaban hoy el interrogante de si el piadoso 1-0 que le encajó Brasil en semis se debió a que sus compatriotas se compadecieron de la endeble situación de Santana al mando del equipo nacional.
Desde hace unos días, en Sudáfrica circulan rumores sobre el regreso de Parreira, campeón del mundo con Brasil en 1994. Según publica el diario "Sowetan", un dirigente de la federación que permaneció en el anonimato afirmó haber hablado con el entrenador, que estaría "nuevamente dispuesto a ayudar a los Bafana Bafana".
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