Una campaña mundial contra la trata de personas fue lanzada ayer para exhortar a consumidores y empresas a eliminar la demanda de mano de obra esclava, que abarata costos y permite grandes ganancias, informó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
El inicio de la nueva campaña coincide con la celebración por tercer año consecutivo del Día de Lucha de la Unión Europea contra la Trata de Seres Humanos y con el comienzo de una conferencia ministerial sobre la Acción Global de la UE contra la Trata de Personas, en Bruselas.
En este contexto, la OIM exhortó muy particularmente a los consumidores a desempeñar un papel preponderante para poner fin a la trata de personas, señala un comunicado de prensa del organismo multilateral.
Al plantear al público la pregunta: "¿qué hay detrás de los bienes que compramos?", la campaña diseñada por una agencia publicitaria de Ginebra espera promover un cambio en el comportamiento de los consumidores.
El director general de la OIM, William Lacy Swing, aseguró que "la trata de personas se atiene a la demanda de bienes y de mano de obra baratas para rebajar al máximo los costos en todas partes del mundo", en contraste con la visión anterior, que centraba en la pobreza y la discriminación las causas del comercio humano en los países emergentes.
El envejecimiento de las poblaciones, la caída de las tasas de natalidad y de la participación en la fuerza laboral en los países industrializados, junto con un excedente de mano de obra en los países en desarrollo, sin que se disponga de vías suficientes para una migración legal, sentaron las bases para que los traficantes se aprovechen de la demanda de mano de obra y servicios baratos.
La OIM agrega que, según algunas estimaciones, en el mundo hay unos 12,3 millones de personas forzadas u obligadas a la servidumbre laboral o sexual.
Aunque se confirió "gran atención" a la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual, ahora surgen incontables casos de trata con fines de explotación laboral que implican a personas de ambos sexos y de todas las edades, advirtió.
"En los últimos 11 años, la OIM prestó asistencia a un creciente número de personas objeto de trata con fines de explotación laboral, con incrementos notables en los últimos cinco años", de acuerdo con datos de lucha contra la trata de personas recopilados por la entidad.
Esos casos "conciernen mayormente" a hombres y jóvenes objeto de trata para trabajar en el sector agrícola, la construcción, la pesca y el empleo doméstico.
Hasta ahora, los empeños globales de lucha contra la trata se centraron en la prevención y en la asistencia consecutiva al rescate en los países de origen. Pero poco se ha hecho para atacar el lado, igualmente primordial, de la demanda.
Swing añadió que "algunos sectores de la economía, como la construcción y la agricultura, dependen de la mano de obra irregular barata para que haya crecimiento y se obtengan beneficios. Pero el crecimiento económico -sostiene- no puede depender de la explotación".
Según indicó la OIM, a pesar de los enormes esfuerzos realizados por quienes luchan contra la trata de personas, todo parece indicar que esta "plaga" sigue tan difundida hoy como hace diez años.
"Obviamente, esto no es aceptable. Tiene que haber un cambio en la mentalidad y prácticas, tanto de consumidores como de empresas", manifestó Swing.
La OIM instó a tomar medidas "concretas y de gran alcance" como la regulación del sector informal en los países de destino para que "se traiga" a trabajadores al amparo de los derechos laborales y a imputar a empresas y empleadores la responsabilidad jurídica de la trata de personas y de la explotación de migrantes
en su cadena de producción.
También impulsa instaurar asociaciones éticas de empleadores que adhieran a códigos de conducta que garanticen los derechos de los migrantes y de los trabajadores y ofrezcan vías legales para la migración, entre otras medidas que eviten la trata de personas.
La importancia de concientizar a los consumidores en cuanto a los productos y servicios prestados por la mano de obra objeto de trata y de explotación fue otro de los temas en los que puso acento la OIM.
"Hoy, como nunca antes, los consumidores exigen un comercio justo y tienen el poder para poner fin a la explotación al comprar bienes de manera responsable y al obligar a las empresas a reconsiderar su manera de funcionar", aseguró Swing.(Télam)
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