El fuego parece no tener fin. El sábado y el domingo, en los senderos que conducen al cerro San Javier continuaron expandiéndose los focos ígneos que, ayudados por la sequía y el viento, demandaron el trabajo del cuerpo de bomberos de Lules, Yerba Buena y personal de Defensa Civil. Un avión hidrante llegó para colaborar.
Instalaron una pileta para proveerse de agua.
El Jefe de los Bomberos Voluntarios de Lules, Juan Bertolini, explicó que, si bien el fuego y el humo siguen esparciéndose, las llamas están controladas. Ayer, por sexto día consecutivo, desde el llano podían apreciarse las columnas de humo, más extensas que las registradas la semana pasada. Bertolini arriesgó que “hay alguien que está encendiendo en fuego, esto es intencional”.
El trabajo de los expertos es arduo, a tal punto que ayer Nación envió un avión hidrante para colaborar con la tarea. El sábado, los bomberos instalaron una pileta, que cargaron con agua y desde allí, iban proveyéndose de agua, teniendo en cuenta que los camiones no pueden ingresar a la zona afectada.
La policía de El Corte decidió interrumpir el tránsito en la ruta que conduce a San Javier por precaución. Los pobladores de Horco Molle, hasta donde llegó el fuego, están alarmados por el avance del siniestro.
MCN
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