Representantes del zelayismo y el golpismo en la mesa de diálogo lograron un preacuerdo sobre la restitución del presidente derrocado, el último y más conflictivo tema en discusión, que ahora es analizado por el mandatario depuesto y el de facto, Roberto Micheletti.
"Hemos logrado consenso sobre un texto único en el punto seis (que implica la vuelta de Zelaya al poder) no puedo hablar del contenido del texto porque si incumplo el compromiso podría incomodar a la otra parte", dijo en conferencia de prensa Víctor Meza, representante del mandatario derrocado y ministro de Gobernación, citado por la televisora regional Telesur.
Los negociadores, que se dirigieron a comunicar el acuerdo a Zelaya y Micheletti, volverán a reunirse en unas horas.
Meza
informó que se dirige a la embajada de Brasil,donde se aloja Zelaya
desde el 21 de septiembre, para que el presidente legal de los
hondureños analice y emita una respuesta en torno al texto.
El negociador indicó que no le corresponde divulgar si el texto consensuado incluye o no la restitución de Zelaya.
Mientras
ambas partes analizaban el preacuerdo comenzó al correr la versión
sobre que el mismo consistiría en la asunción de Zelaya inmediatamente
después de las elecciones presidenciales del 29 de noviembre, para
conducir una transición ordenada desde el punto de vista constitucional.
Sin
embargo, al ser consultado sobre este punto por un periodista de la
cadena CNN en Español, el subsecretario de Seguridad del gobierno de
facto, Mario Eduardo Perdomo, eludió una definición sobre el tema,
aunque dejó traslucir que hasta donde llegaba su conocimiento "la
restitución (de Zelaya) no es negociable".
Horas antes, Zelaya
había dicho que esperaba con "serenidad" la decisión sobre su
restitución, tema central de debate del día de hoy en la mesa de
negociación con los golpistas.
"Tengo una posición muy serena,
porque tengo fe frente a la vida, pero tengo que desconfiar de mis
adversarios" mientras no se llegue a acuerdo, afirmó el mandatario
derrocado en un golpe de Estado el 28 de junio.
También los
militares hondureños dijeron hoy que avizoran el fin de la crisis
política hondureña, aunque agregaron que están evaluando los riesgos de
las propuestas de arreglo, afirmó hoy el jefe de las Fuerzas Armadas,
general Romeo Vásquez Velásquez.
"Hemos avanzado bastante,
estamos casi al final de una crisis porque las crisis siempre tienen su
final, tienen su comienzo, su parte más álgida, también su final",
declaró Vásquez, quien desempeñó un papel clave en el derrocamiento de
Zelaya, citado por el diario local Tiempo.
Vásquez afirmó que
los jefes militares han estado siguiendo el diálogo entre delegados de
Zelaya y del presidente de facto Micheletti, para evaluar los riesgos
que pueda implicar.
"Nosotros hacemos todos los análisis
correspondientes pero hay que recordar que tenemos autoridades
superiores, quienes están informados de nuestras inquietudes a través
de la cadena de mandos", expresó Vásquez.
Agregó que "siempre
estamos hablando con nuestro ministro de Defensa (del régimen de facto,
Adolfo Sevilla) y nuestro comandante general, el presidente de la
República (Micheletti), en todas aquellas inquietudes que podamos
tener".
Indicó que las recomendaciones al gobierno de facto "se
hacen en el ámbito de lo particular" que "no son situaciones públicas
sino en el ámbito privado".
"Nuestra institución (está) tratando
de ser muy profesionales y prudentes en todas aquellas situaciones que
(en el diálogo) puedan afectar nuestras Fuerzas Armadas", expresó.
A
la vez, dijo que los militares protegerán las elecciones del 29 de
noviembre, que el Frente de Resistencia contra el Golpe ha amenazado
con boicotear si Zelaya no es restituido en el poder.
"No
escatimaremos ningún esfuerzo nosotros a fin de cumplir a cabalidad con
esta responsabilidad porque siendo una institución seria y responsable
no tenemos ningún problema" en hacer cumplir la ley que obliga a
proteger las elecciones, afirmó Vásquez.
Por su parte, el
secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José
Miguel Insulza, manifestó hoy ser moderadamente optimista acerca de la
posibilidad de que se logre "una solución hondureña" a la crisis de ese
país.
"No quiero pecar de exceso de optimismo, pero creo que ha
habido buenos avances que nos permiten sostener esperanzas de que haya
una solución hondureña para una crisis hondureña", dijo Insulza, citado
por la agencia noticiosa alemana DPA, al presentar su informe sobre la
instalación, desde la semana pasada, de una mesa de diálogo en
Tegucigalpa auspiciada por la misión de cancilleres del organismo
hemisférico.
En este sentido, Insulza se hizo eco de las
noticias que llegaron a Washington procedentes de Honduras acerca de
que "habría un principio o propuesta de acuerdo" sobre el último punto
en discusión, la restitución del derrocado presidente Manuel Zelaya.
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