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Cancilleres de la OEA dejan Honduras sin lograr acuerdo

Una misión de cancilleres de la OEA partió ayer de Honduras sin lograr que el gobierno interino y el depuesto presidente Manuel Zelaya firmen un acuerdo para resolver la crisis política, pero dejaron instalada una mesa de negociación.

"La misión de la OEA está convencida de que el diálogo iniciado con participación directa de las partes puede conducir a la superación del conflicto", subrayó un comunicado leído ante la prensa.

La delegación pidió el respeto de los derechos humanos y la restauración de las garantías constitucionales para un diálogo apropiado, pues aunque el presidente de facto, Roberto Micheletti, derogó el lunes el decreto con que suspendió las libertades de movimiento, reunión y prensa, aún no entra en vigor esa disposición.

La misión, integrada por una decena de cancilleres y vicecancilleres y encabezado por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, instaló ayer miércoles las conversaciones entre tres representantes de Micheletti y tres de Zelaya, que buscan un acuerdo para poner fin al conflicto generado por el golpe de Estado del 28 de junio.

Además demandó al gobierno de facto que "permita el normal acceso y consulta" de Zelaya, que permanece en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, con sus representantes en la mesa de negociaciones.

La OEA, que suspendió a Honduras el 5 de julio tras el golpe, "abriga la esperanza" de que la labor de los integrantes de la mesa de diálogo "permitirá abrir el camino" a la recuperación "del orden democrático y la reintegración" del país a la comunidad internacional, añadió la nota.

Insulza y los cancilleres se reunieron por separado con Micheletti y Zelaya, quien ingresó sorpresivamente a Honduras y se refugió en la embajada el 21 de septiembre, tras dejar su exilio en Nicaragua.

No obstante, el presidente de facto no cede en la exigencia de Zelaya, respaldada por la comunidad internacional -incluido Estados Unidos-, de reinstalarlo en el poder.