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Inauguran temporada de pingüinos en Puerto Deseado

Desde el 20 de octubre la ciudad de Puerto Deseado, en la costa atlántica de la provincia de Santa Cruz, multiplica su población gracias a la visita de una imponente colonia de pingüinos de penacho amarillo. La comunidad más simpática de la fauna marina se quedará hasta mediados de abril para que todos los viajeros puedan disfrutar de su cercanía, tomar fotografías y conocer a la fauna patagónica en su hábitat natural.

Centenares de pingüinos de penacho amarillo dan la bienvenida a los turistas de todas las edades y latitudes conformando un show natural y ecológico único en el mundo.

¿Dónde hallarlos? En la Reserva Isla Pingüino, una de las áreas naturales protegidas por la provincia, ubicada a sólo 20 kilómetros del centro urbano y accesible al turismo a través de una breve navegación. Allí se dan cita dos mil pingüinos de penacho amarillo que conviven con 30mil pingüinos de Magallanes que nidifican y cuidan a sus crías.

“Es sorprendente ver la reacción de los turistas cuando descubren Puerto Deseado. Jamás se imaginaron tanta variedad de fauna en un solo destino y en un paisaje aparentemente desolado, lleno de misterio y vida a la vez”, relata Ricardo Pérez, de Darwin Expediciones, uno de los operadores turísticos con más experiencia en la excursión hacia la Reserva Isla Pingüino.


Esta atractiva ave circula en el inconsciente colectivo a través de la música, la literatura y el cine. La banda Fleetwood Mac la eligió como mascota desde que grabó su álbum “Penguin”. En la ciencia ficción, Alastair Reynolds escribió una novela en la que la nave espacial se llama Rockhopper IV (pingüino de penacho amarillo en inglés).
El cine ha sido aún más generoso: fue protagonista de las películas “Reyes de las Olas”, “Hubi, el pingüino” y “Happy Feet”, donde el actor Robin Williams prestó su voz.

El pingüino de pancho amarillo se distribuye en tres grandes comunidades: Argentina-Chile, sur de Nueva Zelanda y Océano Índico. Científicos y viajeros de todo el mundo coinciden en el que el avistaje en Puerto Deseado es sin dudas el de mejor acceso. La fisonomía y los movimientos del Eudyptes chrysocome (su nombre científico), con apenas 45 centímetros de altura y tres kilos y medio de peso, lo hacen por demás atractivo para grandes y chicos. A cada paso parece sacudir sus cejas de coloridas plumas amarillas e invitar a la risa con su mirada de intenso color rojo.

La colonia de isla Pingüino, descubierta en 1985, presentó un incremento anual de 27% en el número de parejas reproductivas hasta 1990. En 2004 la colonia estaba conformada por 414 parejas reproductivas. Allí se pueden ver los nidos en pequeñas oquedades en el suelo o en las rocas, recubiertas de pasto y guano. Siempre fiel al nido y a la pareja, la puesta de dos huevos se realiza a fines de octubre, con uno o dos días de diferencia entre el primero y el segundo.

Ricardo Pérez dice: “Vale la pena viajar a Santa Cruz y detenerse algunos días en Puerto Deseado: los turistas tendrán la posibilidad de descubrir uno de los sitios con mayor biodiversidad de fauna de toda la costa patagónica. Los observadores de aves y amantes de la naturaleza no se van a arrepentir”. “Intentamos que el sentido conservacionista que comparte todo nuestro equipo de trabajo se contagie también a nuestros pasajeros. Al percibir la forma en que respetamos el entorno ellos también aprenden a cuidarlo”, agrega.

Excelentes servicios de hospedaje, opciones de gastronomía para todos los gustos y excursiones para disfrutar de los mejores paisajes y fauna componen la amplia oferta turística de Puerto Deseado para el viajero. La naturaleza dice presente y se da cita para maravillar a locales y visitantes. En Puerto Deseado, como cada año, la llegada de la colonia del pingüino de penacho amarillo se vive como una fiesta.