El primer día del "levantamiento" convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador en contra la Ley de Aguas que impulsa el Ejecutivo se llevó a cabo ayer con bloqueos esporádicos en las calles.
El cierre de carreteras momentáneo se dio en la mayoría de las provincias de la sierra del país y en una parte de las provincias amazónicas, reportaron medios locales.
Las vías fueron habilitadas de inmediato por la policía,
aunque los indígenas persistieron en bloquear algunos tramos.
La Confederación aseguró que la paralización inició de manera
"exitosa", a pesar de que el presidente Rafael Correa la
calificó de "completo fracaso".
"Correa dice que la movilización es un fracaso porque no
entiende al país", aseveró el presidente de la organización,
Marlon Santi.
El gobierno aseguró que está abierto a dialogar con esta
confederación, pero sin afectar a terceros.
"Los diálogos están abiertos, pero eso sí también tampoco
podemos permitir que exista una afectación a los derechos de los
demás", afirmó el ministro del Interior, Gustavo Jalkh.
Dicha organización indígena cuestionan la Ley de Aguas que
debate la Asamblea Nacional porque temen -dicen- que el servicio
sea privatizado.
Mientras que Correa negó esa versión y recordó que la Constitución prohíbe concesionar el servicio del agua en el país.
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