(AICA)“Con María, fieles a Cristo” es el lema de las celebraciones en honor de Nuestra Señora de la Merced en la basílica puesta bajo su advocación en la ciudad de San Miguel de Tucumán.
A las 23.30 de miércoles 23 de septiembre, comenzará un momento de oración con antorchas frente al santuario y a las 24 será la salida de la imagen de la Virgen de la Merced; en la oportunidad, se entonará el Himno Nacional Argentino y se realizará un homenaje de los gauchos a la Virgen.
El jueves 24, la primera misa se celebrará a las 0.30; por la mañana habrá misas cada hora desde las 6 hasta las 11, y a las 12 se trasladará la imagen de Nuestra Señora de la Merced a la capilla de las Hermanas Esclavas.
A las 16.30 los fieles se congregarán en la plaza Belgrano donde tendrá lugar un acto cívico-militar. A las 17.30 partirá una procesión por las calles Alberdi y 24 de Septiembre hasta la catedral.
A las 19 se celebrará la misa, que estará presidida por el arzobispo de Tucumán, monseñor Héctor Villalba.
A las 20.30 partirá la procesión de regreso hasta el santuario y será la despedida.
La iglesia de Nuestra Señora de la Merced fue declarada basílica en
agosto de este año. La Basílica es una iglesia a la que por sus
antecedentes históricos y culturales se le otorga este título, con el
cual se expresa un especial vínculo con la diócesis de Roma y con el
Sumo Pontífice.
Este histórico templo, de estilo colonial
que existe desde la fundación de Tucumán, pertenecía a la Orden de los
Padres Mercedarios. Comenzó a funcionar como parroquia en 1813 -aunque
su erección canónica como tal se produjo el 28 de enero de 1835- y
actualmente está a cargo del clero diocesano.
Fue allí
donde el general Manuel Belgrano, al regresar victorioso de la batalla
en la que derrotó a las fuerzas españolas entregó su bastón de mando a
la Virgen de la Merced y la proclamó “Generala del Ejército Argentino”,
al reconocer que su intercesión fue decisiva para la victoria, obtenida
precisamente el 24 de septiembre, fiesta de la Virgen de la Merced. De
ahí que desde entonces y por muchos años a esta iglesia se la llamó “de
la Victoria”, nombre con el que aún hoy la llaman los tucumanos.
En su interior se guardan como trofeos históricos dos banderas: de la
batalla del 20 de febrero de 1813 y de la acción de Humahuaca del 1 de
mayo de 1817; y el bastón de mando de Belgrano.
Por todas estas razones, el 6 de septiembre de 1928 el Poder Ejecutivo Nacional la declaró Monumento Histórico Nacional.
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