El presidente de Brasil, Luiz Lula da Silva, en clave electoral, alertó ayer que "el pueblo no puede arriesgarse a votar" a la oposición, aunque admitió que los comicios presidenciales de octubre de 2010 "serán muy disputados".
"Necesitamos hacerle entender al pueblo que no se puede arriesgar a votar en alguien que no dé continuidad a las obras y las políticas que están siendo realizadas en Brasil", dijo Lula en Fortelaza, estado de Ceará, donde inauguró escuelas técnicas.
Para Lula, las elecciones del próximo año "serán disputadas,
pero pienso que la alianza de gobierno va a ganar".
La candidata elegida por Lula por el Partido de los
Trabajadores (PT) es la jefa de ministros Dilma Rousseff, que se
encuentra 20 puntos por debajo del opositor José Serra,
gobernador de San Pablo, en las encuestas sobre las
presidenciales del próximo año.
Una reciente encuesta de Sensus ubicó a Lula como favorito de
los electores, pero el presidente está impedido
constitucionalmente de acceder a un tercer mandato consecutivo.
Serán las primeras elecciones presidenciales de Brasil desde el fin del a dictadura, en 1985, que no tendrán a Lula como candidato.
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