Las cámaras empresarias tabacaleras dijeron ayer que las modificaciones al proyecto oficial de regulación del tabaco afectarán a la industria y comercio del rubro, pero los legisladores dicen que los cambios fueron consensuados con el Poder Ejecutivo.
El presidente de la Comisión de Salud de Diputados, Juan Sylvestre Begnis (FPV), afirmó ayer que el dictamen favorable a la Regulación del Tabaco "salió con modificaciones consensuadas con el poder Ejecutivo", aunque las cámaras tabacaleras aseguran que Begnis "boicoteó" el proyecto original.
"El proyecto del Poder Ejecutivo salió de la comisión con algunas modificaciones consensuadas con el Ministerio de Salud y atinente a los tratados internacionales firmados por Argentina con la Organización Mundial de Salud (OMS) en 2004", dijo Begnis a Télam.
Las cámaras tabacaleras emitieron hoy un comunicado en el que afirman que Begnis "boicoteó" el proyecto original y que esos cambios se traducirán en "un marcado descenso en la recaudación de los Fondos Especiales del Tabaco y abrirá la puerta a la venta ilegal de cigarrillos".
El proyecto fue aprobado por las comisiones de prevención de adicciones que encabeza la diputada Graciela Giannetassio y de Salud, que preside Begnis, y ya fue girado a la de Presupuesto antes de su tratamiento en el recinto.
Para Begnis, la afirmación de las tabacaleras "responde a que las modificaciones introducidas afectan a sus intereses". También negó cualquier tipo de discrepancia con el Ejecutivo porque, dijo, los cambios "fueron totalmente consensuados".
Las cámaras empresarias aseguran que, con los cambios, el proyecto transformó en "prohibitivo lo que originalmente trataba de ser una norma fuertemente restrictiva" y destacaron que si se permitieron esas modificaciones "se ignoró el impacto negativo que tendrá en las economías de las provincias del norte".
Esteban Amat, presidente de la Cámara del Tabaco de Salta, aseguró que una ley así "provocaría un marcado descenso de los montos recaudados en concepto de Fondo Especial del Tabaco, ya que se estaría abriendo la puerta al comercio ilegal de cigarrillos".
Pero Begnis negó que eso pueda ocurrir. "Al contrario, todas las normas tienden a reducir ese comercio ilegal", afirmó y añadió que otras modificaciones introducidas fueron "a la publicidad en el circuito privado y a la propaganda" del sector industrial y comercial del tabaco, "que no es de acceso al público".
Según explicó, otros cambios fueron para los topes máximos del tabaco en materia de nicotina y anhídrido carbónico. El Ministerio de Salud será la única autoridad de aplicación de la norma.
Al respecto, Amat manifestó que la cartera sanitaria "no puede exigir la reducción de la toxicidad del cigarrillo sin tener en cuenta que sólo el hecho de fumar, lo que sea, es tóxico".
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