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AMPLIARAmín se ajustó al libreto de insano

Amín solo dijo incoherencias en el inicio del juicio oral

Por eso la querella calificó como una “estrategia de sus abogados”. El hombre imputado por el asesinato de su esposa, María Marta Arias en octubre del 2007, se sentó ayer en el banquillo de los acusados. Pablo Amín, está imputado de homicidio con alevosía. El santiagueño fue sacado ayer de la sala de audiencias por su estado nervioso.

El asesino dijo entre otras cosas que es el dueño del Bayern Munich.

El sábado 27 de octubre de 2007, Amín y su esposa llegaron desde Santiago del Estero y se alojaron en un cuarto del hotel Catalinas Park. Luego de participar de una conferencia y fotografiarse junto a María Marta en una iglesia, cometió el peor y más horroroso crimen del que se tenga cuenta en Tucumán en la última década.

Es un misterio lo que sucedió  entre la noche del 27 de octubre y las primeras horas de la madrugada siguiente. De regreso al hotel, y, según su confesión, Amín mutiló a su pareja y la mató. Tras el crimen, el santiagueño fue sorprendido por personal del hotel arrastrando el cuerpo de su esposa por las escaleras del edificio. Los testigos señalaron que actuaba de forma muy agresiva; estaba desnudo y tenía manchas de sangre en todo su cuerpo. 

Especialistas determinaron que Amín podía ser juzgado y fue llevado desde el hospital Obarrio a Villa Urquiza, donde permanece detenido. Ayer llegó la hora de la verdad, aunque poco de cierto se haya escuchado en la sala de audiencias del Tribunal Provincial. Pablo Antonio Amín solo pronunció incoherencias, dijo ser dueño de un aeropuerto en Córdoba, haber nacido en Washington y ser dueño del Bayern Munich.

Los abogados de la querella, entre ellos Mario Leiva, dijo que su supuesta “locura” fue una estrategia de la defensa. “Los peritos de la Junta Médica dijeron muy claro que Amín era absolutamente consciente de lo que hacía al momento del homicidio”, afirmó el letrado.  

Ayer prestaron declaración los seis peritos que determinaron que Amín se encontraba en pleno uso de sus facultades cuando sucedió el asesinato. Los especialistas concluyeron que el imputado tiene un "trastorno límite", pero que sabía que estaba cometiendo un ilícito.

María Celia Nahra