02/09/2009 - En General

La mitad de afectados por meningitis tiene menos de tres años

El 50% de los casos de meningitis en Argentina se registra en menores de tres años y la enfermedad puede prevenirse con medidas de higiene y la vacunación dentro del primer año de vida, alertó ayer un informe médico.

La meningitis es una enfermedad que puede ser mortal y se caracteriza por la inflamación de las membranas que recubren el cerebro y puede ser causada por virus o por bacterias.

Hugo Paganini, profesor asociado de Instituto Universitario Cemic e infectólogo del Hospital Alemán, precisó en un informe médico que "en Argentina se reportan entre 1.000 y 1.200 casos de meningitis por año que afectan especialmente a niños".

Paganini precisó que "de esos casos, entre el 5 y el 10% fallece los primeros días luego de contraer la enfermedad, mientras que entre el 10 y el 20% de los infectados sufre secuelas de por vida".

El especialista destacó que "es importante saber que la meningitis es una enfermedad que se puede prevenir y trabajar en la educación de los padres, docentes y la comunidad en general para fomentar los cuidados de higiene, que son claves para evitar el contagio".

La meningitis por meningococo C, uno de los tipos de meningitis bacteriana, es una enfermedad contagiosa, producida por la bacteria Neisseria meningitidis del grupo serogrupo C.

Para ese tipo de meningitis existe una vacuna antimeningocócica conjugada C, que brinda protección inmunológica preventiva de la enfermedad.

Pagannini sostuvo que "la vacunación es una gran ayuda con la que contamos en la actualidad" y destacó que "desde 1995 se está vacunando contra el Haemophilus influenza tipo b a todos los niños argentinos, lo que ayuda a prevenir la meningitis causada por esa bacteria".

Añadió que "también se dispone de una vacuna para prevenir la meningitis por neumococo, la cual se aplica en dos dosis antes del primer año del niño y un refuerzo a partir del año de aplicada".

Los síntomas de la meningitis en los niños se caracterizan por la presencia de fiebre alta y trastornos del carácter.

Además, aumentan las horas de sueño, pueden tener vómitos, manchas en la piel de color borravino, padecer dolores de cabeza, convulsiones y el llamado síntoma de la fotofobia o fobia a la luz.

Ante la aparición de estos síntomas debe consultarse al especialista de inmediato, para evitar la progresión de la enfermedad y sus posteriores riesgos y complicaciones.

Las recomendaciones médicas preventivas para evitar el contagio son estar atentos a los signos de alerta, vacunar a los bebés antes del año de vida, amamantar hasta los primeros seis meses de vida y cuidar la limpieza e higiene.

También debe evitarse que los chicos compartan vasos, utensilios de comida, toallas, golosinas y chupetes con otros niños y deben ventilarse los ambientes, para convivir en espacios libres de gérmenes o humo de cigarrillo.(Télam).