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AMPLIARLos tucumanos están viviendo al borde de un ataque de nervios.

En Tucumán la sociedad se está crispando

El aumento en las tarifas del transporte público, el anuncio de un incremento en la energía eléctrica, el paro de los profesionales de la salud autoconvocados, la falta de oportunidades laborales, para jóvenes, paralización de obras públicas, jubilados sin respuestas, entre otros reclamos no cumplidos. Todo está llevando a los habitantes tucumanos a la crispación.

Además la baja y el deterioro en el consumo hace que  la  “calentura “ aumente.

Encima  el gobernador anunciando falta de plata, descuento a los huelguistas, anuncios de más aumentos. Todo pone una nebulosa en el futuro de los acontecimientos sociales de la provincia.

En esos que harán de las protestas, paros y reclamos  el  común denominador de los meses por venir.. Ejemplos cotidianos confirman esto: choferes que hacen desaparecer las monedas, remarcación de precios, falta de efectivo, bajas en el consumo, deterioro en la salud y falta de atención en muchos casos, políticos denunciados , la vuelta del dengue, la Gripe A, los accidentes , la quema de cañaverales, internas partidarias ( es lo de menos), anuncios que no se cumplen o postergan, presión tributaria, sequía, entre otras situaciones negativas.

Si vivimos en una sociedad adulta el diálogo en busca de las soluciones, aunque sean coyunturales,  puede atemperar los ánimos. Lejos se está  de convivir en una sociedad educada para el diálogo, que se está dando solo  en algunos sectores cuyos conflictos  todavía no llegaron.

Los tucumanos están viviendo al borde de un ataque de nervios. Se palpa en cada manifestación, en cada protesta, en la calle, en los bares, en las casas y en la mayoría de los  ámbitos laborales.

La imaginación de quiénes gobiernan deberá potenciarse para evitar situaciones que puedan derivar en hechos lamentables. Esta semana las protestas serán masivas y eso no es lo adecuado para una sociedad.

El derecho de estar mejor es de todos los tucumanos, aunque algunos no lo sepan todavía y sigan viviendo en una burbuja.

Además sumados al viento norte que afecta,  por estas semanas en la provincia , transforma a casi todos en intolerantes.

Daniel A. Villalba
villalbadaniel07@gmail.com