Según las autoridades del Instituto Provincial de la Vivienda, con el dinero remitido desde el gobierno central la actividad logró oxigenarse un tanto. Con las remesas se saldará la deuda correspondiente al mes de abril con las empresas constructoras.
El objetivo es, en todos los casos, no detener la obra pública.
“Estamos teniendo una semana un poco más tranquila porque recibimos una suma cercana a los $40 millones que nos servirá para saldar la deuda que tenemos con las empresas constructoras. Por supuesto que estamos preocupados por la deuda que tenemos correspondiente al mes de abril. Los empresarios ya se están endeudando con fecha junio y julio”, argumentó Gustavo Durán, titular del IPVyD.
El funcionario afirmó que el problema no es económico, sino financiero. Esto, porque la provincia no mantiene deuda con nadie, sino que los dineros debían ser remitidos desde el gobierno central. Durán, al respecto, dijo que durante el mes en curso, la remisión de fondos para abonar a las contratistas se normalizaría. El objetivo es, en todos los casos, no detener la obra pública.
MCN
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