Dijo el presidente de la Amia, Guillermo Borger. El viernes en Plaza Independencia se recordó el atentado ocurrido el 18 de julio de 1994. todavía no hay culpables. Que “los verdugos y encubridores de esa masacre sean juzgados y encarcelados”, mencionó.
“Quines deben ponerse al frente de la investigación son los integrantes de los tres poderes”, aseguró.
El viernes en Plaza Independencia la comunidad judía recordó, con dolor, el atentado a la AMIA, ocurrido el 18 de julio de 1994 cuando un coche bomba explotó dejando 85 muertos y más de 300 heridos, no todos judíos. Todavía no se conocen a los culpables. Por eso nuevamente exigieron justicia.
El homenaje a las víctimas no se realizó el 18 de julio debido a la gripe A. Además de personalidades representantes del gobierno provincial y de la colectividad tucumana estuvo el presidente de la AMIA, Guillermo Borger.
En su discurso recordó que ese día, su hijo lo llamó desesperado desde Israel muy preocupado. Resulta que Borger pertenecía a la comisión de la Amia, pero justo en ese momento no estaba en el lugar.
Auqe día “tuve la misma sensación que un año y medio antes con el atentado a la embajada de Israel, cuanta bronca y rabia primero, cuanto dolor después”, expresó ante varias personas en la Plaza Independencia, donde se encendieron 15 velas por los 15 años sin justicia.
También Borger manifestó que “cuando se ataca a mansalva a una sociedad, no se ataca solo a la víctima directa, sino a toda la sociedad”. Más adelante afirmó que “seguiremos estando de pie para luchar por la justicia, la verdad y la paz y para exigir que se persigan a los culpables de nuestros 85 mártires y a sus encubridores, sin tregua ni descanso”.
Además pidió que “los verdugos y encubridores de esa masacre sean juzgados y encarcelados. El brutal atentado a la sede de la Amia no puede ser analizado pasivamente. La ciudadanía argentina exige conocer la verdad”.
No dejó de referirse a “los funcionarios públicos” que “tienen el poder ineludible e indiscutible de aportar recursos, hombres y equipos para llegar a un juicio sin ningún tipo de obstáculos. Una asignatura pendiente”.
Y se preguntó: “¿cómo podremos construir una sociedad pluralista, cuando la sospecha y el dolor obstruyen la vida cotidiana y sobrevivientes y familiares de las víctimas? Nosotros apostamos solo a la vida”.
En este sentido dijo que “el mundo nos contempla y espera que los argentinos avancemos, que el crimen no permanezca impune, que progresemos en nuestra épica y voluntad”.
El presidente de la Amia fue elocuente al afirmar que “el esclarecimiento del atentado es una cuestión de Estado y dentro de nuestro sistema republicano, quines deben ponerse al frente de la investigación son los integrantes de los tres poderes”.
Y finalizó diciendo: “exijamos verdad, justicia, para que nuestros muertos descansen en paz, por el hasta mañana que no pudo ser, por el hasta luego que no pudo ser y fueron convertidos en hasta siempre. Justicia, justicia, justicia”.
Las 15 velas por los 15 años fueron encendidas por la ministra de Educación, Silvia Rojkés de Temkin, el prescíndete del Ente Cultural, Mauricio Guzman, el subsecretario de Salud, Alberto Sabaj, el rector de la USP-T, Juan Pablo Litchmajer, el presidente de la Amia local, Jaime Salomón, el rabino de la kehilá Naussbaum, entre otros.
Sebastián Ganzburg
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