Luís Fernández, hermano de una ex novicia también imputada, pretendía ir al bautismo de su nieto. La protesta pública protagonizada por los familiares de la docente desaparecida hace tres años impidió que obtuviera el imputado el permiso extramuros.
Una moviliziiación a las puertas del Penal hizo dar marcha atrás al permiso otorgado por la justicia.
Desde las 15 del sábado, las afueras del penal de Villa Urquiza, comenzaron a poblarse de familiares, amigos y conocidos de Argañaraz. Solo intentaban impedir que Luís Fernández gozara del permiso especial solicitado por su abogada, Carolina Epelbaum, para asistir al bautismo de uno de sus nietos. La justicia concedió el requerimiento, pero el temor a los incidentes, hizo que uno de los acusados por la muerte de Betty, tuviera que quedarse tras las rejas.
“A mi hermana nadie le dio la posibilidad de ver morir a su madre, de planear una vida, de tener una familia. Por qué este sujeto puede gozar de ciertas consideraciones”, se preguntó Liliana Argañaraz, hermana de la víctima. Luís Fernández, hermano de Nélida quien también está imputada por el hecho, está acusado por presuntamente, haber actuado como cómplice en el hecho ocurrido hace tres años. Estuvo prófugo de la justicia un año y luego, quien era entonces su abogado, le recomendó entregarse.
La pareja de Fernández, Miriam Baez, cuestionó la decisión de la justicia quien primero autorizó y luego dio marcha atrás. “No hay nada que vincule directamente a Luis con la desaparición de esta señora (por Betty). No se que justicia tenemos en esta provincia”, criticó.
MCN
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