Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Chile, Michelle Bachelet, concordaron hoy en la inconveniencia de una base militar de Estados Unidos en Colombia, lo cual inquieta a los países de la región.
Michelle y yo concordamos que la soberanía de un país es intocable y no entramos en discusión sobre la soberanía de ningún país", apuntó el mandatario brasilero en conferencia de prensa junto a la presidenta chilena en la sede de la Federación de las Industrias del Estado de Sao Paulo, donde antes sostuvieron una reunión oficial.
Lula indicó que "a mi no me agrada una base estadounidense en Colombia. A mi no me agrada, pero como a mi no me gustaría que Uribe (Alvaro, presidente colombiano) diera opiniones de las cosas que hago en Brasil, prefiero no dar opiniones sobre las cosas de Uribe".
No obstante, añadió que va a conversar con Uribe sobre el tema, porque tienen libertad y confianza para entablar un diálogo libre y abierto.
Agregó que la ocasión puede ser el 10 de agosto venidero en Quito, con motivo de la reunión de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Suriname, Uruguay y Venezuela).
Por su parte, la presidenta chilena respaldo lo expresado por Lula y agregó que "Chile nunca tuvo una base norteamerican, pero considero que el momento para hablar sobre eso será en Quito. Ciertamente, muchos países están inquietos con esa situación".
En Brasilia, en conferencia de prensa junto a su homólogo español, Miguel Ángel Moratinos, el canciller brasilero, Celso Amorim, reveló que este miércoles el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, telefoneó a Lula para comunicarle el peligro y la amenaza que representa para la región la instalación de esa base militar.
De acuerdo con Amorim, el mandatario brasilero reconoció las preocupaciones venezolanas, mas insistió para que los desentendimientos sean resuelto mediante el diálogo entre los dirigentes de Venezuela y Colombia.
Esta semana, el gobierno venezolano decidió congelar sus relaciones con Colombia por las acusaciones de Uribe sobre un presunto abastecimiento por Caracas de armas a los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Esas acusaciones tensaron aún más los vínculos, dañados ya por el referido acuerdo militar, por el cual Bogotá cederá a Washington tres bases aéreas y dos navales.
Venezuela retiró a su embajador y a todos los altos funcionarios de su misión diplomática en Bogotá y solicitó una revisión del comercio bilateral.
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