El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, insistió ayer en que el derrocado mandatario Manuel Zelaya "bajo ninguna circunstancia" volverá al poder en ese país centroamericano.
"Si hay una solución donde yo tengo que retirarme, lo hago con todo gusto, pero que tampoco Zelaya regrese a Honduras, menos como gobernante", dijo.
Micheletti, por otra parte, calificó de "intromisión" en los asuntos
internos de Honduras la reunión que mantuvo en Managua el embajador
estadounidense en Tegucigalpa, Hugo Llorens, con el depuesto mandatario
Zelaya.
"No puedo hacer comentarios sobre algo de lo que no
tengo conocimiento, pero si ustedes están seguros de eso y saben que
(el embajador) se ha reunido con él (Zelaya) para hacer eso, es una
intromisión", dijo Micheletti a los periodistas que lo consultaron
sobre el encuentro de ayer entre Llorens y Zelaya.
"El señor
embajador está cometiendo un grave error si está haciendo eso, pero si
no, no deja ser más que un comentario", agregó Micheletti, según
informan los diario El País, de España, y de Las Américas, de Estados
Unidos.
"Nosotros no queremos interferencia de ningún país en los asuntos de Honduras", expresó de manera desafiante Micheletti.
"Si
él (Zelaya) quiere ir a los tribunales, bienvenido sea porque lo están
esperando, pero si quiere venir a tomar posesión del gobierno, bajo
ninguna circunstancia", agregó Micheletti.
El gobierno de Zelaya
"es el que Estados Unidos reconoce", dijo Llorens al término de tres
horas de reunión con el mandatario depuesto en la legación diplomática
hondureña en Managua.
Llorens encabezó una delegación del
gobierno del presidente Barack Obama que llegó a Managua para tomar
contacto con Zelaya y "tratar nuestros esfuerzos" para el retorno del
orden constitucional en Honduras, declaró el encargado de negocios de
la embajada de Managua, Richard Sanders.
Micheletti también
fustigó a Estados Unidos por estar "amenazando" a los funcionarios de
su régimen con despojarlos de visas diplomáticas. El martes, Washington
les quitó estas visas a cuatro funcionarios hondureños.
"Se
sigue amenazando a los ciudadanos que les van a quitar las visas. Ya me
han mandado (ciudadanos hondureños) 100 pasaportes de (las ciudades de)
La Ceiba, San Pedro Sula, para que se los devuelvan si quieren" a los
estadounidenses, agregó Micheletti.
El gobernante de facto negó
que estuviese dispuesto a restituir a Zelaya para acabar la crisis
desatada tras el golpe de Estado del 28 de junio. Sin embargo, dijo
estar dispuesto a retirarse él del poder si se logra una solución a la
crisis, pero insistió en que Zelaya no debe regresar a Honduras "como
gobernante".
"Si hay una solución donde yo tengo que retirarme,
lo hago con todo gusto, pero que tampoco Zelaya regrese a Honduras,
menos como gobernante", dijo.
"Si él (Zelaya) en un momento se
sale de esa montaña (de la frontera entre Nicaragua y Honduras) donde
está haciendo de guerrillero y se presenta aquí y no sigue con estas
cosas, entonces yo con gusto acepto una ’tercería’ para que no haya
problema. Yo quiero paz en mi país", expresó.
Una ’tercería’ implica que una tercera persona asuma el poder, en vez de Micheletti o Zelaya.
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff