Ahora dicen que los impuestos son altos, por eso piden bolsones. Dicen que la presión tributaria es insostenible. Dicen que trabajan a pérdidas. Dicen que si continúa esta presión deberán quedarse con menos empleados. Piden que les quiten los intereses. Piden que les reduzcan los gravámenes de los lotes baldíos. Piden una reducción en las valuaciones inmobiliarias y muchas más solicitudes.. Pero no dicen nada: de blanquear a todos los empleados; de pagar las horas extras; de abonar el 100 por ciento del sueldo, de pagar aguinaldos; de no cortar vacaciones; de bajar los intereses en los créditos; de no cobrar punitorios por un día de atraso en el pago de la cuota; de no hacer más publicidad engañosa; de no vender productos de segunda al precio de primera; de no entregar cartera de créditos atrasados a inescrupulosos “cobradores” con chapas de abogados; de pagar impuestos sobre lo construido y no sobre terrenos baldíos; de reducir precios de sus productos; de dejar de aumentar los precios. Esos son los empresarios que “ayudan” al país. Hasta mañana. Concejal 19, cada vez más cerca de asumir.
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