Todos los años el 20 de Julio es el motivo para que miles de tucumanos festejen de diversas maneras. En el Día del Amigo habrá desayunos comidas, bebidas y reuniones en cualquier lugar. Todo es válido para estar con amigos. Bares, parques, casas y boliches se convierten en el lugar de festejos, recuerdos y bromas para celebrar este día, que cada año tiene más seguidores.
Antes y luego de los festejos se suceden un montón de situaciones entre las parejas, los amigos, los compañeros, de trabajo o de estudio. Hay encuentros con peleas y reconciliaciones.
Encontré un señor en la puerta del estudio de un abogado con cara de preocupado, al preguntarle que le pasa dijo: “Cuando un amigo se va queda un garante afligido”, y pasó a detallar que fue garante en la compra de un electrodoméstico y que su amigo se fue a vivir a otra provincia dejándole el clavo.
Seguí caminando por la ciudad y vi, en una plaza, una señora muy elegante llorando. La curiosidad me acercó a ella. Le alcancé un pañuelo de papel para que secara sus lágrimas. Ya más tranquila contó, entre suspiros, que su mejor amiga le había ‘’choreado’’ el marido. Se consoló cuando le hablé de un amigo que le pasó lo mismo, su mujer se fue ‘’con un viejo amigo de la secundaria’’. La señora se consoló, cuando luego de averiguar la edad del abandonado, le di el número de teléfono del hombre, ‘’quizás podemos llegar a ser amigos’’, me dijo.
Mientras tanto muy cerca de allí una pareja de adolescentes se rompían la “jeta “a besos. Parecía que iban a ahogarse. Sin demostrarles mi envidia los felicité por tanto amor. Me contaron que hasta hace unas horas eran amigos y que llevaban un ratito de novios.
En medio de tantas demostraciones fui al bar y allí me encontré con un político, que con cara de pocos amigos, explicó que estaba con bronca porque un boleto de ómnibus le alcanzó para anotar el nombre de sus “amigos”. Un colega suyo mientras tanto se acordó de la familia de ese que se puso en primer término en la lista de las últimas elecciones, relegándolo al segundo lugar, “y eso que yo puse la guita” vociferaba, “ahora que ganó no me atiende”.
El cajero del bar estaba rojo de la bronca, dice que su amigo y compañero, quien cumplía otro turno, fue ascendido a encargado del negocio porque se hizo ‘’amigo’’ del dueño, y ahora era jefe suyo.
Si, la amistad es linda, sobre todo para los dueños de restaurantes y bares que hoy recibirán a cientos de amigos, que abrazados, brindarán, reirán y se acordarán de los años vividos.
Por más que algunos digan que es una fecha con mucho contenido comercial, es una buena excusa para juntarse con la gente que uno se divierte y pasa buenos ratos.
Total es el Día del Amigo, y pronto todos los momentos sufridos serán recuerdos. Otros instantes mejores reemplazarán aquellos y tendrán nuevas vivencias en la cotidianeidad de la amistad, que es como el amor, difícil de explicar pero necesaria para vivir. Feliz Día del Amigo.
Daniel A. Villalba
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