Un diminuto acompañante estuvo con la Presidenta en su visita a Tucumán. Muy educado y bien cuidado, este personaje hizo gala de lo bien entrenado que está, a la hora de realizar sus necesidades, en la suite presidencial. Las piedritas sanitarias, entregadas por un empresario local, sirvieron para que un hermoso chihuahua tuviera el lugar adecuado, para realizar sus depósitos. El cuidado de la mascota presidencial, un ejemplo de educación, estuvo a cargo de numerosas personas que se desvivieron por cuidar al perrito. Lo tendría que haber cuidado algunos legisladores, sobre todo esos que estuvieron mangueando. Los que demostraron una falta total de educación, como siempre, fueron algunos taxistas que ayer disputaron un nuevo round , en la eterna pelea que tienen con inspectores municipales. Cortaron el tránsito para impedir que un colega infractor fuera sancionado. Desde esta columna venimos señalando las constantes infracciones que realizan taxistas de otros municipios, al levantar pasajeros en San Miguel de Tucumán. Esto está prohibido por una ordenanza del Concejo Deliberante capitalino. Pero en esta provincia nadie respeta las ordenanzas. Ahora dicen que los transportes escolares deben tener cinturones de seguridad. Es lamentable que algo tan elemental para la seguridad de los pequeños tenga que ser obligatoria, cuando el sentido común dice que lo contrario. Hasta mañana. Concejal 19, cada vez más cerca de asumir.
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