Aunque no dio mayores detalles, el presidente peruano dijo que las modificaciones en su equipo serán dadas a conocer el fin de semana y ratificó la salida del cargo del titular del Consejo de Ministros.
Ayer se llevó a cabo la primera de las tres jornadas de protestas convocadas por varias organizaciones.
Paralizaciones y restricciones en algunas zonas y fuertes operativos
policiales por la jornada de protesta popular de tres días acompañaron
hoy el anuncio del presidente de Perú, Alan García, de que el fin de
semana habrá nuevo gabinete.
"A fin de semana tendremos nuevo
gabinete y eso incluye nuevo premier, definitivamente", adelantó García
a la prensa, tras inaugurar un centro médico estatal en una zona
populosa de Lima, con lo que ratificó la salida del cargo del titular
del Consejo de Ministros, Yehude Simon.
Aunque no dio mayores
detalles, García al menos despejó las dudas respecto a cuándo se
producirá el relevo de un equipo que se salvó precariamente de una
censura parlamentaria la semana pasada y que está debilitado
políticamente y con muchas resistencias populares.
Algunas
especulaciones señalaban que el cambio se produciría la próxima semana,
otras que se esperaría hasta el Día Nacional, el 28 de julio, e incluso
hubo quienes deslizaron que Simon contra todo pronóstico seguiría hasta
diciembre, reportaron las agencias DPA y Ansa.
Las
especulaciones más fuertes respecto al nuevo jefe de gabinete apuntan
al ministro de Educación, el independiente José Antonio Chang, o a
algún líder importante del gobernante Partido Aprista, como el
parlamentario Luis Gonzales Posada o el titular del Congreso, Javier
Velásquez Quesquén.
García tampoco mencionó a los posibles
ministros a removerse, pero los que más aparecen con más chances de
salir son los de Interior, Mercedes Cabanillas; Defensa, Antero Florez
Aráoz; Agricultura, Carlos Leyton; Salud, Oscar Ugarte, y Comercio
Exterior, Mercedes Aráoz.
Como fondo de los anuncios, se cumplió
hoy la primera de las tres jornadas de protestas convocadas por varias
organizaciones, con el aval de la Confederación General de
Trabajadores. La medida tiene duraciones y modalidades distintas, según
la región.
La ministra Cabanillas detalló que la protesta tiene
efectos en los departamentos de Arequipa y Ayacucho, donde incluye
huelgas cívicas, aunque medios locales también reportaron un cese de
actividades amplio en Huancavelica y algunas restricciones de
transporte en los de Cusco y Puno.
Grupos reducidos de
manifestantes intentaron tomar temprano la carretera que une los
departamentos de Arequipa y Moquegua y la que va de la ciudad andina de
Huánuco a la selvática de Tingo María en el departamento de Huánuco,
pero fueron desalojados sin mayores problemas por la policía.
También se informó de bloqueos en el departamento costero de Ica, concretamente en la carretera que lo une con Ayacucho.
En Lima hoy hubo casi normalidad absoluta, pero mañana habrá una concentración que se espera masiva.
Los
organizadores aspiran además a que las protestas sean fuertes en los
departamentos andinos Apurímac, Ayacucho, Huancavelica y Puno, los
andinos -costeros Ancash y Arequipa y los andinos-selváticos Huánuco,
Junín y Pasco.
Entre los gremios en huelga está el de los educadores, con poco éxito en algunos departamentos y mayor acogida en otros.
También se esperan protagonismo especial de organizaciones campesinas radicales de los Andes.
Cabanillas,
dijo que la Policía tiene pleno control de todo el país, con apoyo de
las Fuerzas Militares en algunos puntos estratégicos.
La agenda
de reclamos es amplia y varía según las regiones, pero el denominador
común es la exigencia de cambio del modelo económico liberal.
Como
para alimentar la polémica, García advirtió hoy que existe "mucha
gente" que "quisiera imponer el modelo político de algunos países de
Sudamérica", que "lleva a la pobreza y la miseria".
"Ese modelo
se impone por la fuerza, tumba presidentes, llama a una Asamblea
Constituyente, instala la reelección perpetua y cierra medios de
comunicación", alertó García, en lo que algunas agencias leyeron como
una referencia a Venezuela y Bolivia, países en los que suele
concentrar sus críticas.
El mandatario dijo que la mayoría de
peruanos rechaza "el modelo violentista", que afecta "las instituciones
económicas y políticas de todo en el país" y apunta a "lograr el
derrumbe del sistema demócratico para caer al vacio y la destrucción".
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