El Concejo Deliberante de la capital aprobó ayer el Presupuesto 2009 de la Municipalidad, que supera los $ 558 millones. Además, los ediles dieron vía libre a la modificación del emprendimiento en el ex Mercado de Abasto que finalmente será un hotel de cinco estrellas con centro cultural y sala de convenciones.
Las guarderías deberán contratar un seguro para los vehículos de sus clientes.
Después de tantas idas y vueltas, con 14 sufragios a favor, 13 en contra (y una ausencia), los ediles dieron el visto bueno al expediente que había sido remitido en octubre del año pasado. Se trata del proyecto presupuestario que, finalmente, ayer pasado el mediodía fue aprobado. El miércoles pasado se había acordado elevar el cálculo de gastos de San Miguel de Tucumán de $476 millones a $558.
“El crecimiento de las partidas será absorbido por los aumentos salariales concedidos a los estatales. Calculamos que el pago al personal insumirá cerca de $27 millones. Además de la recolección de residuos con el traslado de la planta a Overa Pozo”, había explicado la semana pasada el titular del cuerpo deliberativo, Ramón Santiago Cano. La inclusión de la capital en el programa de obras públicas del plan de pavimentación con maquinaria de Vialidad, también elevó el cálculo de gastos, en este aspecto, de $ 10 millones a $ 144.
Por otra parte y tras una larga discusión, los concejales aprobaron la modificación del emprendimiento en el ex Mercado de Abasto donde en vez del shopping center estipulado en el proyecto original, se construirá un hotel cinco estrellas. Con el apoyo de todo el cuerpo, a excepción del republicano Claudio Viña, se avaló la nueva iniciativa que demandará una inversión de U$S 460 millones y 18 meses de trabajos.
“El hotel tendrá 108 habitaciones, 4 salas de cine, un centro de convenciones, un salón de usos múltiples, una pileta al aire libre, un restaurante, 10 locales comerciales y una playa de estacionamiento subterránea para 350 vehículos“, explicó Fernando Insaurralde, secretario de Obras Públicas de la Capital.
Un punto y aparte merece el revuelo que se produjo en el recinto cuando representantes de Usuarios Autoconvocados solicitaron que se trate algún proyecto de ordenanza que prohíba el funcionamiento de máquinas tragamonedas. No se avanzó en el reclamo. Los usuarios insistieron con el requerimiento, pero ya en Plaza Independencia.
María Celia Nahra
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