Ayer en la tarde, antes de que entrara en vigencia el toque de queda, se encontraban frente a la Casa de Gobierno en Tegucigalpa en repudio de las medidas militares que desplazaron a Zelaya. El resto del país se encuentra incomunicado, ya que el gobierno de facto mantiene cortados los medios de comunicación.
Los empresarios hondureños apoyaron públicamente al golpe militar.
Unas 10.000 personas permanecían a última hora de ayer a la tarde frente a
la Casa Presidencial, en Tegucigalpa, protestando contra el golpe de
estado que desplazó de la Presidencia a Manuel Zelaya.
"Insurrección,
insurrección", gritaban algunos manifestantes por las calles de la
capital, un par de horas antes de que entrara en vigencia el toque de
queda decretado por el presidente de facto, Roberto Micheletti, informó
la agencia noticiosa italiana ANSA.
El flamante mandatario
ordenó que durante las próximas 48 horas rija el toque de queda entre
las 21 (la medianoche en la Argentina) y las 6 del día siguiente, según
reportaron el diario hondureño La Prensa y la televisora estadounidense
CNN en Español.
Mientras tanto, la mayor parte del país
continuaba desinformada, pues muchos medios -incluso CNN- fueron
cortados por el régimen de facto y los que permanecían trabajando sólo
difundían noticias generadas por las nuevas autoridades.
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