Enviar Nota | Imprimir

Organismo de Derechos Humanos escrachan a Menéndez

Militantes de organizaciones de derechos humanos realizaron el vierns frente a los Tribunales Federales de Córdoba un "escrache" contra el represor Luciano Benjamín Menéndez para reiterar su "enérgico rechazo" al arresto domiciliario que le concedió la Cámara Nacional de Casación Penal y un juzgado federal de San Juan.

En la movilización callejera organizada por el distrito local de la Agrupación Hijos y demás integrantes de la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos, en el día del cumpleaños del represor, se reivindicaron además los símbolos patrios", al conmemorarse mañana el Día de la Bandera.

En un comunicado, la agrupación Hijos señaló que "los genocidas se escudan detrás de la bandera, se protegen y ostentan patriotismo con ella, como en el juicio del año pasado llevando escarapelas", en alusión al proceso que culminó con la condena a prisión perpetua del ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército por el Tribunal Oral Federal número 1 de Córdoba.

Asimismo, el documento invita a los cordobeses a que "pongan banderas en sus casas mañana 20 de junio, con un sol radiante por que hay 30.000 razones para no querer que este verdugo esté en su casa disfrutando de todos los beneficios que ningún compañero pudotener".

"Desde la Mesa de Trabajo por los Derechos Humanos saludamos que Menéndez siga en (el complejo carcelario de) Bouwer celebrando su cumpleaños entre rejas", agrega el comunicado en relación a lo resuelto por las autoridades judiciales de no otorgarle el arresto domiciliario a raíz de un exhorto enviado desde La Rioja.

Se trata del juez federal Daniel Herrera Piedrabuena, quien para evitar que Menéndez se beneficiara con esa medida, notificó a la jueza federal número 3 de Córdoba, Cristina Garzón de Lascano, que el represor está involucrado en los crímenes de los sacerdotes Longeville y Murcias, ocurridos en la ciudad riojana de Chamical en julio de 1976.

Gabriel de Longueville, de nacionalidad francesa, tenía a su cargo la pequeña parroquia de ese centro urbano de la vecina provincia, en tanto que Carlos de Dios Murcias era un sacerdote franciscano, recordaron fuentes judiciales.  (Télam)