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AMPLIAR"Coché" decidió retornar a Tucumán

Generalizadas muestras de dolor por la muerte de José Ignacio García Hamilton

El periodista, historiador y diputado nacional por el radicalismo falleció ayer por la madrugada, producto de una larga enfermedad. Sus restos, trasladados a Tucumán, serán velados en la empresa Flores y recibirán sepultura esta tarde en el Cementerio "San Agustín".

Familiares, dirigentes políticos e intectuales, participaron ayer del velatorio realizado en un salón del Congreso.

Dirigentes de diferentes extracciones políticas despidieron ayer durante todo el día, en el Congreso Nacional los restos del periodista, historiador y diputado radical José Ignacio García Hamilton, quien falleció en la madrugada tras una larga enfermedad.

Entre los dirigentes que se acercaron a despedir los restos del diputado radical, se destacaron el titular del Comité Nacional de la UCR, Gerardo Morales, el vicepresidente Julio Cobos y el ex diputado justicialista Lorenzo Pepe, a cargo del Instituto Nacional Juan Domingo Perón.

También, se hizo presente en el Congreso, el historiador Francisco ’Pacho’ O’ Donnell; los diputados radicales, Pedro Morini, Rubén Lanzetta y Silvana Giúdice y el legislador del Frejuli, Luis Lusquiños, entre otros.

Tras saludar a los familiares, Cobos destacó la trayectoria de García Hamilton y recordó que el diputado "defendía la Constitución y hasta dirigió un diario, lo cual le costo la libertad".

Para Cobos, el diputado radical era "un hombre para seguir el ejemplo" y dijo que sentía "una profunda admiración por su obra y sus principios".

Por su parte, y al destacar la figura de García Hamilton, Morales recordó que el legislador "no era sólo historiador y abogado sino un político y un luchador incansable por la libertad y un hombre que se sumó a ser candidato por nuestro partido en los peores momentos".

O’ Donnell, en tanto, dijo que el diputado radical era "una bella persona, muy trabajador" y recordó que escribió un libro junto a García Hamilton, a la vez que elogió: "sabía comunicarse con la gente a través de sus libros. Era un placer discutir con él, era como jugar al ajedrez".

"Era un tipazo y un excelente escritor", aseguró Lusquiños, quien dijo haber aprendido mucho del legislador radical.

También, se hicieron presentes en el velatorio el senador nacional por Santa Cruz, Alfredo Martínez y el dirigente Jesús Rodríguez, entre otros.

En tanto, el titular del bloque del Pro, Federico Pinedo, envió sus condolencias a la familia, en tanto que su par, Julián Obiglio, presentó un proyecto de declaración para expresar el pesar por el fallecimiento del Diputado radical.

De larga trayectoria como periodista y escritor, García Hamilton fue autor de varios libros sobre personajes de la historia, entre los que se destacan "Vida de un ausente", una biografía novelada de Juan B. Alberdi y "Cuyano alborotador", que relata la vida de Domingo Faustino Sarmiento.

"Coché", como lo apodaban sus amigos, se desempeñó además como docente y fue Profesor de Historia del Derecho en la Universidad de Buenos Aires y de "Análisis Económico del Derecho", en la Maestría de Derecho Empresario en la Universidad de Buenos Aires.

Como periodista, fue columnista y Secretario General de Redacción del Diario La Gaceta de Tucumán, del cual su familia es propietaria; fundó el Diario El Pueblo y colaboró en diarios y revistas de Argentina, Inglaterra, Estados Unidos y países de Latinoamérica.

"El Pueblo", un vespertino nacido en 1972 y que fue cerrado luego de innumerables persecusiones de neto corte político que sufrieran tanto su creador como los periodistas que trabajaban allí.

Basta recordar, lo que escribió alguna vez el periodista Jorge Elías, en su libro, en los que relata los crimenes y acosos realizados contra los periodistas por las dictaduras y los gobiernos del Cono Sur.

Era un sábado de octubre de 1974. De noche. Un taxi recorría cansinamente el centro de San Miguel de Tucumán, capital de la provincia de Tucumán, al noroeste de la Argentina. Dos sujetos le hicieron señas al chofer para que se detuviera cerca de las calles Junín y San Martín; querían asaltarlo.

No sabían que el chofer era un oficial retirado del Ejército y que, por ello, portaba un arma. La desenfundó. En el tiroteo, uno terminó herido en un ojo y el otro se rindió. La policía provincial comprobó que no se trataba de delincuentes comunes, sino de policías federales que, al parecer, procuraban apropiarse del vehículo (móvil, en su jerga) para realizar un operativo. Ilegal, obviamente.

El diario El Pueblo, de San Miguel de Tucumán, consignó los hechos en su edición del día siguiente y, asimismo, reprodujo el parte de prensa de la policía.

“Esa noche, a la una de la mañana del lunes en realidad, una bomba destruía el frente de nuestro diario y dañaba prácticamente todos los vidrios y los frentes de media cuadra”, me dijo su entonces director, José Ignacio García Hamilton, tucumano ilustre que ha sabido plasmar en biografías noveladas las vidas de próceres latinoamericanos como Juan Bautista Alberdi (Vida de un ausente), Domingo Faustino Sarmiento (Cuyano alborotador), José de San Martín (Don José) y Simón Bolívar (Simón).

En la comisaría, mientras radicaba la denuncia, García Hamilton notó con sorpresa y decepción cierta “displicencia y desinterés” del jefe de turno.

Tres décadas después de aquel incidente, nunca antes revelado, concluyó: “Con nuestra mentalidad educada en el Estado de Derecho no podíamos entender ni darnos cuenta de lo que luego de algunos años todo el país tuvo trágica evidencia: el Estado empezaba a convertirse en terrorista con la complicidad o la anuencia de otras áreas de la misma administración”.

Desde un auto, ráfagas de ametralladora perforaron, días después del atentado, la fachada, la cortina metálica y el interior del edificio de El Pueblo. El plomo de las balas, incrustado en las paredes y en los cielorrasos, caía de tanto en tanto sobre los escritorios y los biblioratos, cual recordatorio de otra agresión con tono de amenaza.

García Hamilton recibió entonces una nota, firmada por la organización de ultraderecha Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), por la cual era conminado a abandonar en 24 horas el país bajo pena de ser “ajusticiado”. Permaneció en la provincia, no obstante ello. Y fue detenido, el 24 de noviembre de 1974, por la Policía Federal.

¿Los cargos? Algunos artículos publicados en el diario “habían caído mal en Buenos Aires”, obtuvo como respuesta.Proceso judicial no hubo. A los pocos días quedó a disposición del Poder Ejecutivo Nacional.

García Hamilton, que fue también candidato a vicegobernador de Tucumán en 1991, había nacido el 1 de noviembre de 1943 en la capital tucumana y tenía seis hijos.

Los restos llegarán hoy a Tucumán. Será velado en la sala de la empresa Flores de Pasaje Padilla y posteriormente recibirán sepultura en el Cementerio de San Agustin. Destacados dirigentes locales de la Unión Cívica Radical dirigirán sus palabras de despedida.