La Paz, 9 jun (ABI) - El gobierno de Bolivia defendió este martes el contenido histórico, humanista y progresista de la carta que el presidente de este país, Evo Morales, envió en mayo pasado a un cónclave internacional de indígenas reunido en Puno, Perú, y que parlamentarios de ese país intentan vincular con la muerte de campesinos y policías en la región amazónica de Bagua, el viernes último.
La carta, que el legislador peruano Luis Gonsales Posada criticó por contener, supuestamente, "conceptos cargados de violencia" es, por el contrario, "la historia de la opresión, de humillación de los pueblos y convoca a la lucha por la igualdad, y convoca al reconocimiento, convoca a la lucha por la igualdad de oportunidades entre todos los seres" humanos, destacó el vicepresidente Alvaro García al tiempo de lanzar un desafío para debatir el escrito lejos de la injuria, la infamia y el prejuicio y cerca de la razón y el conocimiento.
En una conferencia de prensa dictada en
el presidencial Palacio Quemado, de La Paz, García Linera salió al paso
de las acusaciones de Gonsales Posada que habló, sin exhibir pruebas,
de "una conexión boliviana" y denostó la carta de Morales por,
presuntamente, "incitar a la rebelión".
García Linera, que destacó la carta de Morales como un "documento de
vida y dignidad", rechazó la intención de utilizar el discurso escrito
de Morales para enmendar el drama registrado en Perú.
La de Morales, "es una carta dirigida a los pueblos del mundo, a
los trabajadores del mundo, a los indígenas del mundo y del continente,
a los obreros, a los marginados, a los explotados, a los olvidados del
mundo. Es una carta que fundamenta una convocatoria a la vida, a la
dignidad, al reconocimiento que son, en varias partes del mundo,
negados", expuso el vice boliviano.
Lo que no aceptamos es que se convierta un documento de vida, de
dignidad, de convocatoria para los pueblos del mundo, a sus derechos, a
la igualdad, a su reconocimiento, en un justificativo para la gestión
de problemas internos de algún gobierno o de alguna sociedad", sostuvo.
En su epístola escrita el 29 de mayo en insta a los representantes
de indígenas de 20 países reunidos en Puno, a la "toma democrática del
poder", el jefe de Estado boliviano precisa que "este es el momento
para que los indígenas, los campesinos, los obreros, los jóvenes, los
trabajadores, los hombres y las mujeres asumamos nuestro destino como
pueblos, que desde el campo, desde las comunidades, desde las fábricas,
desde los barrios, construyamos con nuestras propias manos el mundo que
queremos para nuestros hijos".
En respuesta tácita a Gonsales Posada, el Vicepresidente boliviano
dijo que "las palabras y los papeles no matan, las palabras y las ideas
de dignidad no asesinan".
"Lo que provoca los conflictos, la violencia, la muerte o las
sublevaciones, no son cartas ni documentos. Son los problemas internos
de cada sociedad, son las injusticias, los abusos y las
discriminaciones que llevan a la gente a plantear sus luchas, sus
resistencias, sus sublevaciones", aseveró.
El viernes último, en la selva amazónica del norte del Perú y la
costa del Pacífico, en un tramo situado cerca de la ciudad de Bagua,
capital de la provincia de Utcubamba, la Policía desató una represión,
con el apoyo, incluso, de helicópteros, a una protesta de 5.000
campesinos que durante casi dos meses cerraron una carretera en demanda
de la derogación de una decena de decretos para la explotación, por
multinacionales, de recursos naturales en el nordeste peruano.
De acuerdo con informes aún provisionales, los disturbios dejaron
más de 50 muertos de ambos bandos. El gobierno de Lima precisó que 24
policías y 9 civiles perdieron la vida en el episodio de violencia. En
cambio, organizaciones campesinos hablan de entre 60 y 100 bajas en sus
filas, en medio de un estadio de sitio focalizado en Bagua.
"Es un gran error el creer esconder problemas internos dirigiendo
la mirada a documentos o libros, a o programas. Ningún pueblo se rebela
leyendo un documento. Los pueblos se rebelan porque sufren, porque se
sienten humillados, discriminados, arrebatados de sus riquezas, de sus
recursos, de sus derechos", enfatizó García Linera en función de los
criterios del legislador peruano.
El dignatario boliviano se dijo dispuesto, sin embargo, a debatir
el contenido de la misiva enviada por Morales a la IV Cumbre del Abya
Yala.
Si la interpretación del presidente Evo, en torno a la historia de
América Latina, es incorrecta, abramos el debate. Ofrezcamos argumentos
en contra y a favor. Si consideramos que pedir dignidad e igualdad para
los indígenas no es correcto, como sugieren algunos, que se abra el
debate", desafió García Linera sin precisar nombres, tiempos ni
espacios.
"Habremos algunos que defenderemos, con la convicción absoluta, el
derecho a la igualdad de los pueblos, el derecho a la dignidad de los
indígenas, a su reconocimiento como ciudadanos de primera categoría y
no de quinta", consideró.
"Habremos quienes defenderemos a la tecnología indígena de
convivencia dialógica con la naturaleza y criticaremos a quienes
defienden el uso depredador de la naturaleza, a quien defiende la
extinción de los indígenas como estorbo para la modernidad, como
sugieren algunos. Estamos dispuestos a ese debate intelectual,
académico, político, machacó.
"Estamos dispuestos a dialogar o debatir sobre este tema, con
ideas, no con insultos, no con prejuicios, ni con infamias. Las ideas
se debaten con ideas", instó García Linera.
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