Y con total facilidad. San Martín jugó con un pobre nivel anímico y futbolístico. Perdió una gran posibilidad de seguir en primera división. Con gol de González ,Gimnasia y Esgrima de La Plata derrotó por 1 a 0 a San Martín, en La Ciudadela.
El orden de la visita le ganó a la impotencia del local.
Así de simple. El ganador mostró orden en todas sus líneas. El perdedor ni siquiera entusiasmo. Justo triunfo del equipo, de Leonardo Madelón, que con simpleza se llevó tres puntos .
Era impensable, luego de la victoria santa ante Racing, que en el encuentro de local, iba a caer tanto el rendimiento colectivo e individual. San Martín solo funcionó 15 o 18 minutos de juego. Luego Gimnasia , ordenadamente, se apropió de todo, hasta de lo anímico.
Los hombres del Lobo platense pusieron todo, solidaridad, marca, despliegue, ganas, atención y algo de fútbol. Todo eso le permitió llevarse un triunfo merecido y justo.
La semana previa a este partido, se habló mucho. No sirvió de nada, de Bassi ( no influyó en el resultado), de un partido de seis puntos, de la localía y de atacar desde el vamos.
San Martín no existió como equipo, menos las individualidades. Fue superado en todo los sectores y no perdió por más goles, solo por la mala puntería de los hombres de Gimnasia. El gol vino por una deficiente marcación, que le permitió a Esteban González, a los 37 minutos del primer tiempo, convertir de cabeza
.Ayer los santos tucumanos navegaron en la impotencia futbolística y anímica. Otra vez, la primera división del fútbol argentino, le quedó grande, muy grande. En un campeonato mediocre, eso es mucho decir.
Daniel A. Villalba
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