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Licencia ambiental menos rigurosa beneficia termoeléctricas brasileras

El menor rigor de los estados en la concesión de licencias ambientales para la instalación de usinas termoelétricas ha aumentado esa forma de generación de energía en detrimento de las usinas hidroeléctricas, según el presidente de la Empresa de Investigación Energética (EPE), Maurício Tolmasquim, que participó de la audiencia en la Cámara de Diputados del Brasil este jueves.

Por Noéli Nobre, Agencia Cámara.

Esa empresa gubernamental hace estudios de investigaciones para subsidiar la planificación del sector energético."Se trata de una evaluación del área ambiental. Para la hidroeléctrica, la licencia es federal. Ya la licencia de la termoeléctrica es provincial. Algunos estados son más rigurosos; pero, dependiendo del estado, hay una avalancha de licencias ambientales para termoeléctricas", afirmó Tolmasquim en audiencia pública en la Comisión de Fiscalización Financiera y Control de la Cámara para evaluar el plan  para el sector. Según él, la inclusión de fábricas termoelétricas en el Plan Decenal de Expansión de Energía Eléctrica 2008/2017 resulta de la falta de licencias ambientales para proyectos de fábricas hidroeléctricas.
 
La licencia es requisito para concursar en subastas y conseguir la concesión para explorar el rentable servicio de generación y transmisión de energía.
 
Diputado cuestiona previsiones optimistas para sector eléctrico
 
La consecuencia de la inclusión de termoeléctricas que utilizan combustibles fósiles y aumentan el calentamiento global  será una presencia menor de las fuentes renovables de energía en la matriz energética brasilera, que pasará de los actuales  87% a un 80% en el 2017.
 
Solamente una hidroeléctrica
 
El año pasado, según Tolmasquim, sólo una usina -en el Bajo Iguazú- recibió licencia ambiental y pudo concursar. En contrapartida, 93 termoeléctricas obtuvieron el permiso ambiental para concursar. Juntas ellas totalizaban 22.000 megawatios. Ahora, la EPE trabaja para aumentar el número de licencias ambientales para proyectos de hidroeléctricas y revertir el cuadro ya en la subasta prevista para octubre de este año. La expectativa es obtener resultados prácticos a partir de 2014, después de la construcción de las nuevas hidroeléctricas aprobadas
 
El debate fue propuesto por el diputado Duarte Nogueira  del Partido Social Demócrata Brasilero (PSDB), preocupado en discutir justamente el posible aumento del 172% en las emisiones de gases causantes del efecto estufa por las termoeléctricas.
 
Maurício Tolmasquim amenizó la preocupación diciendo que la desforestación del Amazonia es el factor que lleva Brasil a ser el cuarto mayor emisor de gas carbónico del mundo, no el sector eléctrico.El destacó que, de los 24 mil megaWatts previstos en la expansión del sector entre 2014 y 2017, sólo un 3% serán provenientes de termoeléctricas. Hoy el País posee 100.000 megawatios instalados y está en fase de instalación de 30.000 ya aprobados en subastas.