MÉXICO, 5 may (IPS) - Un futuro de multitudes reclamando atención médica en los hospitales y saqueando farmacias, mientras se expande una severa pandemia de influenza es probable, pues el mundo no ha tomado las medidas para evitarla, según la OMS y algunos expertos.
Por Diego Cevallos.
Este escenario no es consecuencia de la actual epidemia de la influenza A/H1N1
que tiene como focos a Estados Unidos y México, y que en las dos últimas semanas
se extendió a otros 19 países, con 1.490 personas contagiadas y 30 muertes
atribuibles al virus.
Se trata de otro panorama, mucho más grave, que
podría configurarse en el futuro, alertan la OMS (Organización Mundial de la
Salud) y especialistas.
Una pandemia grave podría ser causada por una
nueva y agresiva cepa de influenza contra la que no habría medicamentos
disponibles. El virus se transmitiría con facilidad de persona a persona, como
cualquier gripe.
Eduardo Sada, jefe de investigaciones en microbiología del estatal Instituto
Nacional de Enfermedades Respiratorias de México, cree que es una posibilidad
cierta.
La capacidad de mutación de los virus de influenza es tal que
podría surgir uno frente al cual los humanos no tengamos defensas, "por eso las
alertas justificadas de la OMS", dijo Sada a IPS.
En una situación así,
siete u ocho millones de muertes podrían resultar un cálculo conservador,
consideró Sada, uno de los científicos a los que las autoridades mexicanas
encomendaron analizar las primeras evidencias que indicaron en abril el
surgimiento de una nueva cepa de influenza en este país. Para el médico
infectólogo Mario Castellas, que trabaja en un hospital privado de la capital
mexicana, los gobiernos deberían considerar la presencia la cepa A/H1N1 como un
llamado de atención.
La aparición de otro virus más agresivo está latente, dijo Castellas a IPS.
En varios documentos publicados en los últimos años, la OMS ha alertado
de la inminencia de una nueva pandemia de influenza.
Si fuera grave,
podría provocar hasta 7,5 millones de muertes, según esa agencia de las Naciones
Unidas. En un reporte de mayo de 2006, el Banco Mundial estimó que los
fallecimientos por una pandemia de ese tipo llegarían a 70 millones.
La
OMS ha llamado la atención por la falta de preparación de los países y por las
escasas reservas de medicamentos antivirales y la capacidad insuficiente para
elaborar vacunas.
En el texto "Respuestas a la amenaza de una pandemia
de gripe aviar" de 2005, la OMS afirmó que estaban dadas "todas las condiciones"
para que se produjera una epidemia grave.
"La vacunación y el uso de antivirales son dos de las respuestas más importantes
para reducir la morbilidad y la mortalidad durante una pandemia. Si se mantienen
las tendencias actuales, ninguna de esas intervenciones podría llevarse a cabo
en la medida necesaria ni con la equidad deseable al comienzo de la pandemia ni
siquiera hasta transcurridos muchos meses", señala el documento.
Una
pandemia derivada de la gripe aviar, originada en Asia, podría manifestarse si
el virus causante, el H5N1, que se transmite de animales a humanos, mutara hasta
ser transmisible entre personas.
La cepa detectada en abril en América
del Norte contiene material genético de tres tipos de influenza, porcina, aviar
y humana, y por ahora no se ha mostrado tan agresiva como la gripe aviar, que
tuvo una mortalidad de 61 por ciento.
Entre 2003 y abril de este año, la
OMS registró 421 contagios humanos de gripe aviar confirmados en laboratorio,
con 257 muertes.
En cuanto a la gripe porcina, el último boletín de la OMS este martes registró
1.490 casos de infección por el virus A/H1N1, confirmados en pruebas de
laboratorio, de los cuales 30 fueron mortales. México figuraba con 822, y 29
muertes, y Estados Unidos con 403 y una muerte.
Poco después, las
autoridades estadounidenses informaron de un segundo caso mortal.
Esas
estadísticas indican que hasta ahora la mortalidad del nuevo virus es menor a
tres por ciento, inferior inclusive a las de otras enfermedades del sistema
respiratorio.
Según Jon Andrus, asesor de la Organización Panamericana
de la Salud, brazo de la OMS en el continente americano, los datos disponibles
indican que el brote de A/H1N1 es de "leve a moderado en cuanto a su gravedad".
"Por ejemplo, de los casos registrados en los Estados Unidos, ha habido
solo una defunción y cinco hospitalizaciones", expuso.
Andrus indicó que la vacuna contra la nueva influenza estaría lista en cuatro a
seis meses, pero se conseguirían producir 2.000 millones de dosis, insuficientes
para frenar una pandemia, cuando la población mundial es de más de 6.000
millones de personas.
Sin embargo, expertos consideran que incluso la
inmunización de grupos vulnerables (menores de cinco años y mayores de 65,
personas con enfermedades respiratorias crónicas y personal de salud) ejerce un
efecto benéfico hacia el resto de la población al reducir la propagación del
virus y los contagios.
El riesgo de una pandemia está siempre presente,
"no podemos bajar la guardia", remarcó el microbiólogo Sada, del Instituto
Nacional de Enfermedades Respiratorias de México.
Podría presentarse un
"virus pandémico plenamente transmisible, presagiado por un súbito incremento de
los casos y una propagación explosiva del virus. Las mutaciones adaptativas, que
se manifestarán al comienzo en forma de pequeños conglomerados humanos, nos
concederán probablemente algún tiempo para tomar medidas defensivas.
Desconocemos si podremos disfrutar de ese 'período de gracia'", dijo la OMS en
sus documentos.Las corporaciones farmacéuticas Roche, de Suiza, y GlaxoSmithKline, británica,
son las dueñas de las patentes de los dos medicamentos antivirales efectivos
para combatir la gripe porcina, el oseltamivir y el zanamivir, comercializados
con los nombres Tamiflu y Relenza, respectivamente.
Si bien han
funcionado contra los virus H5N1 y A/H1N1, nada asegura que lo sean para frenar
nuevas cepas de influenza.
Según los protocolos de la OMS para casos de
pandemia severa por influenza, los antivirales deberán estar disponibles en
primer término para los trabajadores de la salud y autoridades sanitarias.
Ante una pandemia grave, los gobiernos aplicarían medidas que incluyen
cierres de escuelas y lugares de reunión, limitaciones al transporte público y,
en casos extremos, el paro de toda actividad laboral. Con el paso de los días,
si la epidemia no cediera, se presentaría desabastecimiento y la tensión social
podría generar protestas.
En muchos países no habría suficientes antivirales para asegurar un acceso
equitativo de quienes los necesiten, agravando crisis sociales.
"Las
pandemias son un fenómeno extraordinario por cuanto afectan a todo el planeta,
independientemente de las condiciones socioeconómicas o del nivel de atención
sanitaria, higiene y saneamiento", por lo que golpearían a países ricos y
pobres, según la OMS.
En el sitio web de la agencia se afirma que con la
actual capacidad mundial de producción de antivirales, insumiría 10 años obtener
suficientes unidades para tratar "a 20 por ciento de la población mundial",
proporción necesaria para enfrentar una pandemia.
Roche se opone a abrir
la patente del Tamiflu para que otros laboratorios puedan elaborarlo. En la
India, la empresa farmacéutica CIPLA ofrece medicamentos antivirales genéricos,
mucho menos costosos que los patentados, y varios países, entre ellos Israel,
analizan la posibilidad de comprarlos.
Roche, cuyas acciones en el mercado de valores subieron con la epidemia de
influenza, señala que la fabricación de antivirales es compleja y requiere mucho
tiempo. México cuenta con más de un millón de dosis de Tamiflu. Pero, de acuerdo
con el Plan Nacional y Respuesta ante una Pandemia de Influenza de 2006, a estas
alturas las reservas mexicanas deberían ser de cinco millones de unidades.
En un escenario de grave pandemia, México tendría alrededor de 25
millones de enfermos, lo que representa casi una cuarta parte de sus más de 107
millones de habitantes.
Otros países latinoamericanos apenas cuentan con
algunos miles de tratamientos antivirales. Ecuador, con cerca de 14 millones de
habitantes, realizó gestiones para adquirir 150.000 dosis.
La OMS
dispone de dos millones de dosis de tratamientos antivirales y Roche aseguró que
pronto le entregará tres millones más. Estas reservas se distribuirán entre los
países que las requieran con mayor urgencia.
"Jamás habrá suficiente
para todos los afectados. En la academia aprendemos que en caso de una pandemia
con un virus de influenza agresivo es previsible la saturación de los servicios
de salud y problemas sociales, incluidas revueltas por la desesperación
justificada de muchos enfermos y sus familiares por conseguir fármacos", dijo el
infectólogo Castellas.
"El mundo sigue mal preparado para defenderse en caso de pandemia. La OMS ha
instado a todos los países a elaborar planes de preparación, pero sólo lo han
hecho unos 40", dijo la agencia.
En la pandemia de influenza de 1918 y
1919 murieron unos 40 millones de personas. Con la movilidad actual de la
población, una epidemia puede infectar a muchos en muy poco tiempo, si bien la
OMS espera que las mejores condiciones sanitarias y de nutrición que gozan
muchos países ayuden a una menor mortalidad.
Además de México y Estados
Unidos, se han confirmado casos de gripe porcina en Alemania, Austria, Canadá,
Hong Kong, Colombia, Corea del Sur, Costa Rica, Dinamarca, El Salvador, España,
Francia, Gran Bretaña, Holanda, Irlanda, Israel, Italia, Nueva Zelanda, Portugal
y Suiza.
Juan Ramón de la Fuente, ex secretario de Salud del gobierno de
Ernesto Zedillo (1994-2000), sostuvo que ante la falta de certezas sobre las
características del actual virus y la evidencia de su expansión, las autoridades
mexicanas hicieron bien en tomar medidas tan drásticas, como cerrar escuelas,
restaurantes, estadios, cines y teatros para evitar la aglomeración de público.
En Estados Unidos, las medidas fueron menos radicales por la capacidad de ese
país vecino para identificar con rapidez los casos a través de laboratorios
especializados y aislar de forma inmediata a los enfermos, dijo.
México
no tuvo esa posibilidad, por falta de laboratorios, y mientras esperaba los
resultados de muestras aleatorias enviadas al exterior, no podía darse licencia
para relajar sus medidas, opinó De la Fuente, ex rector de la Universidad
Nacional Autónoma de México.
Ahora parece haber pasado la peor parte,
dijo el secretario de Salud de México, José Córdova.
Ante reportes
epidemiológicos que indican una estabilización de los contagios y una baja en la
mortalidad, las autoridades mexicanas indicaron que irán relajando varias
restricciones. El día 11 los centros de educación volverán a abrir sus puertas,
siempre que apliquen protocolos de limpieza y de detección de enfermos.
En algunas ciudades, el miedo que generó la declaración de emergencia
sanitaria ha ido cediendo. El fin de semana, se pudo observar en varios lugares
a cientos de personas que no usaban mascarillas y paseaban por los parques o
disfrutaban de las playas.(FIN/2009)
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