El sábado se estrenó en el Árbol de Galeano “Der Azung (El Traje)", basada en el cuento de H.C. Andersen, con la dirección de Sebastián Fernández. Una obra moderna. Vestuario impecable. Interesante texto. Precisas actuaciones y un trabajo de dirección admirable. Comentario. Estará en escena durante todo mayo. Por Sebastián Ganzburg.
Opinión: Excelente.
Ficha técnica
Grupo creativo Mandrágora,
basada en el cuento “El Traje Nuevo del Emperador” de H.C.
Andersen. Dirección general y puesta en escena: Sebastián
Fernández. Asistencia de dirección: Maby Sosa.
Vestuario y escenografía: Mariana Delgado. Elenco: Oscar
Orellana, Horacio Dantur, Claudio Coronel, Diego Borges, Álvaro
Alderete, Maximiliano Salas y Emilio Ayala.
El sábado se estrenó en el Árbol de Galeano “Der Azung (El Traje)", una adaptación del cuento “El nuevo traje del emperador”, de H.C. Andersen a cargo de Montilla Santillán pero bajo la dirección de Sebastián Fernández. Una puesta verdaderamente novedosa y moderna.
Al igual que el cuento, la historia se desarrolla en torno a los antojos del Gran Duque, un noble que sólo piensa en cómo lucirá su vestido el día del majestuoso desfile programado. Para ello contrató a un sastre que supuestamente “trabaja” día y noche confeccionando un exótico traje que solo puede verlo aquellos que no son tontos”. Historia de engaños, traición y guerra.
A pesar de estar contextualizada en Prusia, en una de las ciudades de Turingia, a finales de 1806, durante las guerras napoleónicas de la llamada “Cuarta Coalición”, la puesta se caracteriza por una modernidad y actualidad imperante.
El escenario tiene la forma de una pasarela donde se realizan desfiles de moda. Mientras los espectadores se van acomodando en las sillas, ubicadas de la misma manera que en los eventos de Giordano, los actores desfilan mostrando el impecable vestuario a cargo de Mariana Delgado. De fondo, música fusión. Amena, moderna.
Cada personaje tiene un traje diferente. Todos, blanco y negro Futuristas. Hay luces que en algún momento de la obra parpadean como las de los boliches. Escenografía o utilería, nada. Sin embargo no hace falta. La inteligencia del texto basta para que a través de los diálogos el público se inmiscuya profundamente en la historia.
De narrativa interesante, relata la soberbia de una Duque, hipocresía de sus súbditos, traición y picardía política del sastre. Historia perfectamente contextualizada por una voz en off al principio de la obra. Los actores encaran su papel a la perfección. Lo cual da cuenta de un sublime trabajo de casting. Cada gesto, movimiento o dicción es acertado, preciso.
No deja de ser llamativa la manera en que finaliza cada acto. Al no haber telón y el escenario tener la disposición de una pasarela, las luces se apagan, para que una tenue y sensual iluminación ambiente la sala. Suena la música tecno-fusión y los actores en escena desfilan, como si fueran modelos.
Tampoco puede dejar de mencionarse la delicadeza del texto, que como toda buena obra literaria o teatral invita a ser vista o releída, más de una vez, para una completa interpretación. Una obra que refleja las enormes condiciones de Sebastián Fernández, su director.
Sebastián Ganzburg
sebaganzburg@gmail.com
Todos los derechos reservados Copyright 2007
Terminos y usos del sitio
Directorio Web de Argentina
Secciones
Portada del diario | Ediciones Anteriores | Deportes | Economia | Opinion|Policiales
Contactos
Publicidad en el diario | Redacción | Cartas al director| Staff