Las festividades en honor de Nuestra Señora de Valle culminaron ayer con la tradicional procesión por calles de la ciudad catamarqueña y con las renovadas muestras de amor, fe y esperanzas de una multitudinaria feligresía.
La Morena del Valle fue acompañada por miles de pañuelos blancos que la saludaban.
Bajo el tema de predicación "Nuestro Compromiso Social" y con el lema "María, la servidora del Señor y de sus hijos" se celebró el 118 aniversario de la Coronación Pontificia, con la solemne procesión de la sagrada imagen de la patrona de los catamarqueños.
A lo largo de su paso por 14 cuadras de esta capital, la Morena del Valle fue acompañada por miles de pañuelos blancos que saludaban y agradecían a la Santa Madre por todos los favores recibidos, en la culminación de las festividades en su honor.
La imagen de Nuestra Señora del Valle, presidida por el Obispo Diocesano de Catamarca, Luis Urbanc, junto al gobernador, Eduardo Brizuela del Moral, partió desde la Plaza El Maestro en la zona norte capitalina y a su paso miles de fieles la saludaban con rostros sonrojados.
Muchos feligreses oraban y rezaban con lágrimas en los ojos, en agradecimiento a la superación de sus problemas de salud, económicos y de trabajo.
Monseñor Urbanc agradeció a los fieles que llegaron a la provincia para rendir culto a la Virgen del Valle, porque a "pesar de todos los inconvenientes, dieron su presente en estas fiestas marianas".
"Doy la bienvenida a esta incalculable cantidad de fieles aquí presentes, porque han venido a visitar a Ella, aunque también a nosotros, dejando sus hogares y quehaceres para estar junto a nuestra Madre y que Dios sabrá reconocer y recompensar todos estos renunciamientos", manifestó el obispo.
Urbanc pidió a los fieles que "gocen del amor de Dios y de María" y que "cuando vuelvan a sus lugares de origen, propaguen todas las maravillas realizadas por el Señor en María y en cada uno de nosotros".
"Con estos criterios nos manejamos durante toda las festividades, llenos de alegría por la pureza de María, y llenos de alegría por su protección maternal y que nos siga dando fuerza para alimentar nuestra fe, esperanza y caridad en estos difíciles tiempos que nos toca vivir", exhortó.
También pidió recordar que "Jesús nos dijo que el que persevere hasta el fin, se salvará, por eso le pedimos a María que nos acompañe y nos guíe para que podamos ser fieles al señor".
Finalmente se entonó el Himno
Nacional Argentino, ingresando la imagen de la Virgen Morena a la
Catedral Basílica para ser depositada en la urna del camarín,
ante la despedida de miles de
pañuelos portados por los
feligreses. (Télam).
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