El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñañez, instó ayer al reencuentro entre las personas, y a vivir la Pascua como una oportunidad de acercamiento con el prójimo.
En su homilia en la misa del Domingo de Resurrección, Ñañez invitó a vivir la Pascua "con alegría", como un camino hacia una "existencia fecunda", que acerque a las personas.
"Acortemos distancias, recorramos un camino de reencuentro y después reconozcámonos como hermanos. Aceptemos cada vez más a nuestros hermanos", propuso el jefe de la Iglesia de Córdoba.
Remarcó Ñañez que la felicidad duradera consiste en "abrir nuestro corazón, entregando nuestra vida como lo hizo Jesús" y que "vivir de una manera nueva, esa es la Pascua de la vida cristiana".
Advirtió que vivamos la Pascua "con alegría, y el Señor hará fecunda nuestra existencia" porque "encerrados en nuestro egoísmo, pasándola bien, terminaremos con las manos vacías" pero "abriendo nuestro corazón, entregando nuestra vida, ahí está la felicidad".
"Gracias a la entrega y resurrección de Cristo, tenemos la seguridad de que hemos sido reconciliados con Dios, de que nuestro acceso a él está abierto", sentenció el arzobispo. (Télam).
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