Con su visita de este viernes a Cuba, el presidente venezolano, Hugo Chávez Frías, concluye una gira internacional que en su criterio, reafirmó la aparición de nuevos polos de poder en el mapa mundial hacia una nueva geopolítica.
Antes de llegar a La Habana, Chávez Frías participó en Doha en una reunión cumbre de países de América del Sur y árabes y visitó Irán, Japón y China, donde firmó una serie de acuerdos económicos que contrastan con la situación de crisis internacional.
En opinión del mandatario nace un mundo nuevo,
un nuevo equilibrio y orden mundial en sustitución del mundo unipolar
que pretendió imponer Estados Unidos y el centro de gravedad del
planeta se mueve hacia el Este y hacia el Sur.
Como reafirmación de ese enfoque, anunció que tan pronto regrese al
país concluirá la preparación de una cumbre de los países de la
Alternativa Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA) la
próxima semana en Venezuela.
Según adelantos, ese encuentro analizará la propuesta de una moneda
común del grupo (Bolivia, Cuba, Dominica, Honduras, Nicaragua y
Venezuela), así como proyectos de desarrollo y una posición común para
la llamada Cumbre de las Américas.
El ALBA constituye un novedoso acuerdo de cooperación, integración
y complementariedad -más allá de los usuales pactos comerciales- que en
sí mismo es expresión de los cambios regionales ocurridos en los
últimos años.
En términos económicos Venezuela, que tradicionalmente dependía del
mercado estadounidense, al cual entrega 1,5 millones de barriles
diarios de petróleo, logró afianzar su multilateralidad, una garantía
de desarrollo futuro.
Entre los acuerdos, Chávez informó que se tiene la meta de
suministrar a China hasta un millón de barriles de petróleo diario a
partir de entregas que hace sólo cinco años eran nulas y a fines de
2008 llegó 380 mil barriles.
Con China se acordó también la instalación de refinerías conjuntas
en territorio y creación de una empresa naviera binacional y se
incrementó un fondo financiero de ambos países de seis mil a 12 mil
millones de dólares.
Antes, en Doha, Chávez Frías propuso llevar a la praxis las ideas y
oportunidades que comparten América del Sur y los países árabes,
mediante la consolidación de redes de relaciones bilaterales incluyendo
planes productivos energéticos y tecnológicos.
En su gira el mandatario ratificó su propuesta de conformar un
banco petrolero internacional, adelantó la idea de un banco de América
del Sur y países árabes y apoyó la propuesta de China para crear una
nueva moneda como reserva internacional.
'Brasil apoya la nueva moneda que propone China con el apoyo de
Rusia, una nueva moneda como reserva internacional; creo que por ahí
hay que jugar y jugar duro', expresó.
En Irán Chávez Frías inauguró un banco venezolano-iraní, con fondo
de 200 millones de dólares que llegará a mil 200 millones para
proyectos de las dos naciones e impulsar la cooperación agrícola,
energética, económica, científica y tecnológica.
Una característica de los acuerdos es su largo aliento, que en el
caso de Irán engloban el período 2010-2015 con una segunda etapa 2015-
2020, y abarca industrias básicas, minería, agricultura, energía,
ciencia y tecnología y aspectos consulares y políticos.
Otro aspecto es el de la inter-regionalidad, que llevó al
presidente Amadineyad a expresar la disposición de Irán a establecer la
cooperación con el ALBA, incluyendo una cumbre de la agrupación en
Teherán a fines de 2009 o en 2010.
En Japón Chávez Frías firmó acuerdos de cooperación energética y
petroquímica referidos a la participación nipona en la Faja Petrolífera
del Orinoco y un proyecto para la extracción de gas mar afuera, entre
otros, por 33 mil 500 millones de dólares.
'Japón necesita petróleo. Venezuela quiere diversificar su mercado.
Japón es ideal para nosotros', subrayó al explicar el alcance de los
acuerdos.
Como respaldo ambos países crearon un fondo de cuatro mil millones
de dólares y se acordó la participación japonesa en la ampliación de
líneas férreas, autopistas, ferrocarriles, equipamiento médico,
hospitales y viviendas en Venezuela.
Chávez adelantó que su país aspira también a suministrar a Japón un
millón de barriles de petróleo diarios, además de gas licuado que
podría comenzarse a exportar en tres años, gracias al funcionamiento
del proyecto mar afuera.
Los acuerdos, además de importante respaldo al desarrollo
venezolano, consolidaron la política de eliminar la dependencia de sus
exportaciones a Estados Unidos, sustituyéndola por la multiplicidad,
signo de la tendencia pluriplural mundial.
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