La Paz, 29 mar (ABI) - El presidente de Bolivia, Evo Morales, se dijo dispuesto el domingo al volcar la página de sus recientes roces verbales con su homólogo de Perú, Alan García, al que instó a restañar la relación bilateral que respete las aspiraciones bolivianas de una salida soberana al mar Pacífico y reafirme la unidad entre los dos países.
Antes de partir a su gira que le llevará por Qatar, sede de una cumbre de la Liga Arabe de naciones y líderes latinoamericanos, Morales instó a García a trabajar "juntos por mejorar, para nuestros pueblos".
"Resolvamos nuestras diferencias para
mejorar nuestra gestión" le instó en un discurso pronunciado en el
aeropuerto de La Paz, desde donde voló a Cochabamba, para despegar más
tarde desde Santa Cruz hacia Medio Oriente con variadas escalas.
Morales lamentó el "impasse con el Gobierno de Perú" y hizo suyo el
criterio de García de evitar las peleas entre dos pueblos vecinos y
hermanos
"Acepto, no nos peleemos, trabajemos juntos por nuestros pueblos",
afirmó el presidente boliviano que volvió a considerar una ofensa a
Bolivia las afirmaciones de García, a media semana, en sentido que La
Paz había olvidado sus derechos de libre acceso al Pacífico.
También aclaró que sus diferencias con García son de corte ideológico y programático y no de otra índole.
"No porque (García) sea mayor que Evo Morales, o con más peso que
Evo Morales, puedo yo ofender" al Presidente y pueblo peruanos, sostuvo.
Días después de un nutrido fuego verbal entre La Paz y Lima,
Morales se dijo "abierto a mejorar las relaciones, respetando nuestras
diferencias".
El intento de recomposición de la relación binacional cierra una
semana en que Morales sugirió que Perú instrumentaba una política, al
plantear su demanda en la Corte Internacional de La Haya por el dominio
de 100.000 km2 en la frontera marítima con Chile, para truncar las
conversaciones que sostienen La Paz y Santiago por un corredor soberano
sobre el mar Pacífico para Bolivia.
A vuelta de correo, García replicó que Bolivía "hacía rato" que
había archivado su demanda marítima a Chile, y negó que la querella
peruana en La Haya vaya perjudicar el fruto de las conversaciones entre
La Moneda y el Palacio Quemado.
Aludido por los dichos de su colega peruano, Morales lo invitó a
informarse y exhibió la nueva Constitución boliviana, que por primera
vez consagra el derecho y obligación de acceder a un espacio en el
litoral Pacífico y, en el plano interno, a demandarlo sin resuello en
cualquier foro bilateral y multilateral.
Un morigerador Morales, a quien el canciller peruano José García
Belaúnde trató de "antiperuano" y de tener obsesión con el sobrepeso de
García, pidió a Lima unidad y respeto por las diferencias".
"Si alguien nos acusa de que somos enemigos del pueblo peruano,
totalmente se equivoca. Tenemos excelentes relaciones con los
movimientos sociales de todo el Perú: obreros, campesinos, indígenas,
cocaleros. Somos dos países vecinos hermanos", subrayó Morales.
El mandatario boliviano también se dijo dispuesto a recoger la experiencia de García al frente del Estado peruano.
"Y qué mejor yo puedo aprender de él (García) como ex presidente y
no nosotros aprendemos (de su experiencia). Yo no tengo ningún
problema. Dije al principio diálogo abierto con todo el mundo, puede
ser con el presidente de los Estados Unidos (Barack Obama), como
también con el presidente de excluido por el capitalismo con Fidel
Castro", planteó.
Morales, que lleva adelante un proceso de refundación de Bolivia,
el país más pobre de Sudamérica, trató a García de "neoliberal" durante
la semana.
El contencioso peruano-chileno, por el dominio de 100.000 km2 en el
límite marítimo binacional planteado ante la Corte Internacional de La
Haya volvió a activar las secuelas de la guerra del Pacífico, que
enfrentó a Bolivia aliada de Perú contra Chile en 1879.
Bolivia demanda a Chile una salida soberana al mar Pacífico que perdió en la guerra de hace 130 años.
Tras la victoria de las armas chilenas en el conflicto bélico,
Chile adicionó a sus soberanía 400 km de costas, todo el efectivo
marítimo boliviano, además de 120.000 km2 de territorios sobre la puna
del Atacama.
El encierro geográfico boliviano fue sellado 25 años después de la
campaña, en un tratado de paz y límites que La Paz denuncia por injusto
y rubricado bajo presión, y Santiago defiende en base del precepto de
intangibilidad y demarcatorio incontestable de los límites binacionales
desde 1904.
Bolivia apunta a un corredor soberano con continuidad territorial
hasta el Pacífico que se abriría paso entre Arica (ex territorio
peruano), actual décimo quinta región en el extremo septentrional de
Chile y el departamento de Tacna, en el sur de Perú, sobre la línea
tangencial de La Concordia, donde precisamente radica el conflicto
marítimo peruano-chileno.
Lima y Santiago firmaron en 1924 un tratado de límites (Ancón),
perfeccionado cinco años más tarde que establece, además del carácter
binacional de Arica, la consulta insoslayable a Perú sobre cualquier
cesión que Chile pretenda efectuar sobre territorios que antes de la
guerra pertenecieron a la primera potencia.
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