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AMPLIARObama, Lula y Cristina Fernández, apuestan a un Estado más c

Intervención del Estado en la economía, la tendencia actual

En las últimas semanas no fueron pocos los economistas que opinaron en Tucumán que para salir de la crisis es fundamental que el Estado intervenga en la economía. Sin embargo cuando hablan del conflicto con el agro, son más reservados y apoyan las reivindicaciones del sector. O sea la eliminación de las retenciones para la soja y el girasol. Por Sebastián Ganzburg.

El Estado somos todos.

La semana pasada UCIT realizó una jornada donde se trataron los problemas del azúcar. Entre tantos exponentes, participaron Claudio Molina de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno y el presidente de la Cámara de Alcoholes de Argentina, Fernando Nebbia. Ambos coincidieron en que el Estado debe intervenir en la economía teniendo en cuenta la crisis internacional.

No estuvo ausente de esta postura el presidente de la CAME, Osvaldo Cornide. Considera que es fundamental “defender el mercado interno, la industria y mercado nacional. Preservar el empleo. Sustituir la actividad privada de la construcción por obras públicas. Ocupar con actividad de la banca pública el rol que no tiene la privada. Y todo lo que aconsejó la crisis del 30' donde el Estado tomó un papel protagónico”.

Por su parte el presidente de la FET, Raúl Robín dijo que “es necesario que participe el Estado como lo hace en los países mas avanzados”.

Ahora bien. Todos, sin excepción, creen correcto el pedido que hace el sector del agro, aunque dicen no estar de acuerdo con los cortes de ruta porque altera el tránsito de civiles.

Entonces, si bregan para que el Estado tenga una participación activa en la economía, ¿porqué no están de acuerdo con las retenciones si eso demanda una suma importante de dinero para las arcas de la Nación?

Todo indicaría que solo buscan control estatal para subsidios a las empresas, mejorar exportaciones o reactivar la economía interna, mayor consumo. Siendo todos argumentos fuertes y válidos. El problema radica en que habitualmente se habla de cuestiones macroeconómicas. No se piensa jamás, por ejemplo, en doña Rosa a la cual le importa poco y nada la crisis. Más problemas le generó el campo, el año pasado, cuando en actitud totalmente antidemocrática desabasteció al país.

Sector, poco afín al progresismo, que ya tuvo reivindicaciones, cuando a mediados de marzo el gobierno nacional dispuso la eliminación de retenciones a exportaciones de lácteos y otras medidas cuyo costo fiscal será de 1.300 millones de pesos anuales.

No puede dejar de mencionarse que las provincias recibirán el 30% de las retenciones como coparticipación. O sea que el proyecto de país precisamente apunta a que el Estado juegue un rol importante en la economía.

El campo no lo entiende así. El viernes terminaron con un nuevo paro de comercialización de granos con el que presionan para que el Congreso trate una ley presentada por la oposición que los beneficia.

Con todo esto es poco etendible que estos economista hablen de un Estado controlador ya que cuando deben ser jugarse con las opiniones apoyan lo que el campo exige. Siendo un discurso contradictorio que no cierra.

Sintetizando, estos especialistas al parecer quieren que el Estado intervenga para que las empresas sigan ganando. Habría que ver de que lado se ponen, si hipotéticamente el Estado re estatiza el servicio de luz o YPF. Seguro que en ese momento dirán que el Estado no debe meterse con las empresas.

A pesar de todo, debe aprovecharse la coyuntura estatista y lograr el mayor rédito posible. Aprovechar que los economistas piden que el Estado controle la economía. Pero no para subsidios o créditos sino también como socio directo de las empresas y no solo comparta pérdidas sino también ganancias. Quizás así la redistribución de la riqueza sea más factible. ¿O el Estado no somos todos?

Sebastián Ganzburg
sebaganzburg@gmail.com