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AMPLIARMorán regresa del exilio, se encuentra con compañeras

El golpe de Estado y la crisis del 2001 en un solo film

En el ciclo de Cine Latinoaméricano en Patio Lorca se pondrá en pantalla hoy a las 21,30 “Cordero de Dios”, ópera prima de Lucía Cedrón. Dos historias paralelas separadas por 25 años que luego se juntan. Considerada una buena película por la crítica especializada.

Voces de algunos críticos.

Ficha técnica

Cordero de Dios, Argentina, 2008. Dirección: Lucía Cedrón. Guión: Lucía Cedrón y Santiago Giralt, con colaboración de Thomas Philippon Aginski. Intérpretes: Mercedes Morán, Jorge Marrale, Leonora Balcarce, Malena Solda, Juan Minujín, María Izquierdo.

En plena crisis económica, Arturo (Jorge Marrale), veterinario de 77 años, es secuestrado en Buenos Aires. Su nieta Guillermina (Leonora Balcarse) de 30 años, debe negociar con el pago del rescate. Para ello, pide ayuda a su madre, Teresa (Mercedes Morán), quien aún vive en Francia, a donde se exilió en la década del '70 junto con su hija pequeña, a raíz de la desaparición de su marido.

Ante semejantes circunstancias, se ve obligada a retornar a la Argentina a pesar suyo. Guillermina y Teresa llevarán adelante las negociaciones para la liberación de Arturo. A raíz de esto, ambas reviven dolorosos hechos del pasado cuando Teresa (Malena Solda) fue secuestrada por fuerzas para-policiales y Arturo quedó entonces a cargo de su nieta. Poco a poco, Guillermina, ahora adulta, va a ir descubriendo la intervención de su abuelo en 1978 en la liberación de su madre.

De esta manera Claudio Minghetti de La Nación comenta en su crítica titulada Acerca de cómo convivir con el pasado que es “una película comprometida con la humanidad de personajes puestos a prueba en circunstancias que ninguno de ellos hubiese querido protagonizar”.

Además agrega que “la cámara de Cedrón comienza una toma en el pasado y la termina en el presente. No se apoya en lo anecdótico. No juzga, pero se compromete”.

Por su parte el crítico de Clarín Diego Lerer en su comentario El pasado, el presente y el futuro asegura que lo llamativo de la película es “su discreción, pudor, manera de acercarse a la historia sin estridencias, con calma, como sabiendo que el poder de lo que se cuenta será acumulativo y resonará sobre el final. O, quizás, después del final”.

A su veza considera que a través de una familia la directora Lucía Cedrón “intenta hacer un repaso de 25 años de vida argentina sin jamás utilizar discursos ni pontificar, ni dar lecciones de vida.”

Finalmente y en la misma línea argumentativa, Juan Pablo Cinelli de Pagina 12, en su nota Cuando el pasado adquiere sentido advierte que “al modo de un mosaico compuesto de pequeños objetos, imágenes o canciones, el pasado se va alineando al presente a través de aquellos fragmentos que de a poco comienzan a encajar, hasta que la narración deja de ser la de dos historias en paralelo para reacomodarse sobre una única línea de tiempo, una como continuación inevitable de la otra.”

Por memoria y Justicia

Con este film Patio Lorca y Radio Bemba Editorial y Audiovisual adhieren a la conmemoración del golpe de 1976. “Exigimos la devolución de los bebés extraídos y cuerpos de tantos hombres y mujeres que dejando atrás el idealismo, se entregaron de lleno a una práctica política de digna admiración”, dijeron desde la organización.

Por eso “en memoria de militantes de base, militantes semiclandestinos, combatientes armados, ciudadanos/as comunes que observaron que nuestro país podía inaugurar un período, en donde nuestras riquezas no estuvieran concentradas en pocas manos. Un país donde los alimentos no se exportaran. Un país industrial y socializado”, indicaron.

Sebastián Ganzburg