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Zaffaroni cuestionó el sistema penal vigente

El ministro de la Corte aseguró que “vive un momento catastrófico” ya que, por efecto de las sucesivas modificaciones "hoy no hay Código Penal". Y explicó que "si hoy preguntaran cual es la pena máxima en el país se podría contestar que es la prisión perpetua, o 50 años de prisión, o 37 y medio o 25, ya que para cualquier respuesta habría una parte del Código que la respalde".

También fustigó a los medios de prensa que "nos bombardean con noticias rojas y crea una realidad en que el enemigo principal es la inseguridad urbana".

El ministro de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni, aseguró ayer que el sistema penal argentino "vive un momento catastrófico" ya que, por efecto de las sucesivas modificaciones "hoy no hay Código Penal".

"Si hoy preguntaran cual es la pena máxima en el país se podría contestar que es la prisión perpetua, o 50 años de prisión, o 37 y medio o 25, y para cualquier respuesta habría una parte del Código que la respalde", graficó.

La descarnada exposición de Zaffaroni clausuró el seminario Derechos Humanos y justicia penal en América Latina" organizado por la Corte Suprema de Justicia.

Expertos de cuatro países, incluyendo al ex presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el mexicano Sergio García Ramírez, participaron del encuentro que tuvo una amplia repercusión de público para este tipo de eventos.

Medio millar de participantes, en su enorme mayoría jueces, funcionarios judiciales, académicos y jóvenes empleados, colmaron la Sala de Audiencias de la Corte y el patio contiguo, en el cuatro piso del Palacio de Tribunales, para escuchar las exposiciones.

El encuentro fue abierto por el ministro de la Corte, Juan Carlos Maqueda, quien realizó un elogió del "proceso realizado en los últimos 25 años" en el país, cuando -dijo- "se reconoció la importancia de la protección de los derechos humanos".

Maqueda también encomió la incorporación de los tratados internacionales de derechos humanos a la Constitución Nacional que fue reformada en 1994, y lo citó como un ejemplo del "cambio en el paradigma penal del Estado".

A su turno, García Ramírez aludió al auge del delito común que "cambio del ideal garantista" del sistema interamericano de derechos humanos creado a fines de los años setenta bajo los efectos de las violaciones masivas provocadas por las dictaduras de la región.

En su recorrida por la realidad penal de la región el experto recordó que el Pacto de San José de Costa Rica, al igual que los demás sistemas protectivos, no proscriben de manera categórica la pena de muerte pero si se pronuncian por su progresiva eliminación.

Durante el evento también disertaron el director del Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente (ILANUD), Elías Carranza: el magistrado de la Sala Constitucional de Corte Suprema de Justicia de Costa Erica, Fernando Cruz, y el vicepresidente de Tribunal Superior de Justicia porteño, Luis Francisco Lozano.

En su intervención, Zaffaroni realizó un amplio diagnóstico del sistema penal en el país como consecuencia de los modelos globales de "exclusión social que han creado un nuevo sujeto, el excluido, que no es un explotado sino uno que nació mal".

"Se ha producido un desplazamiento presupuestario del hospital a la cárcel", dijo en otro momento y aseguró que junto al sistema penal formal conviven en todo el mundo "un sistema paralelo, de Guatanánamo, con campos de prisioneros en Rumania y Polonia, y otro subterráneo, con ejecuciones y torturas".

También fustigó a los medios de prensa que "nos bombardean con noticias rojas y crea una realidad en que el enemigo principal es la inseguridad urbana".

"Los políticos le temen a esos medios y como consecuencia de ello hacen modificaciones al Código Penal, que está en escombros, porque cada cambio es en realidad un mensaje motivado en una coyuntura que ya olvidamos".

Finalmente, Zaffaroni se manifestó por "evitar todo fraccionamiento de la sociedad, que es lo que buscan estos discursos vindicativo partidarios de la pena de muerte".